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miercoles 08 de mayo del 2024

En un mano a mano con Novaresio, Rial habló sobre la pelea con su hija

Hace dos semanas estalló el conflicto en la familia Rial. Morena, la hija mayor del periodista, escribió una serie de historias en Instagram despotricando contra su padre y desde entonces las repercusiones no pararon. Nuevamente, el conductor de Intrusos volvió a hablar sobre el tema, pero, esta vez lo hizo en una entrevista con Luis Novaresio.

En ese contexto, confesó que la pelea con la adolescente fue lo peor que le pasó. «Yo soy confrontativo. No me escondo nunca. Pero uno espera el golpe de cualquier lado menos de su sangre, y digo de mi sangre porque no importa si mi hija es adoptada o no; es mi hija, es mi sangre», indicó.

Además, halagó a su hija menor Rocío de quien dijo sentirse apoyado: «Estoy subiéndome a la lona junto con mi hija Rocío, que está demostrando un gran temple. Rocío conoce todo porque las dos vivieron todo juntas».

Tras ser consultado por Novaresio acerca de su entereta para transitar el conflicto, expresó: «Mi hija tiene 19 años y yo saco fuerzas de los 18 años previos. Esto que está viviendo es una coyuntura. Ojalá que pase rápido. Yo prefiero que me pegue a mí, pero no yo a ella. Los primeros días me dolió mucho. Aún me duele. Me duele mucho»  Y siguió: «Yo no quiero esto para mi hija. Quiero recuperar a la hija que amo y voy a amar toda la vida».

Visiblemente afectado, continuó: «No puedo creer lo que me está pasando. Es una pesadilla. Todos los días me despierto pensando que es una pesadilla y que se va a terminar. Mi hija es mucho mejor que esta versión que están viendo».

En otro orden de cosas y al borde del llanto,  Rial aseguró: «Doy un año de mi vida por Morena. Y si es más de un año, doy más de un año. Y si es la vida, doy la vida. Esto no es metáfora, porque no existe la metáfora con los hijos. Con los hijos, hay poesía, pero no hay metáfora».

Por su parte, Morena volvió a la carga en Instagram y contó que su padre echó a la persona que limpiaba en su casa y que, pese a estar trabajando con esfuerzo, no tiene para comer.