Una nueva polémica se instaló en el Concejo a raíz de la venta del cigarrillo electrónico, un elemento cuyo uso se extiende cada vez más entre los fumadores que buscan una alternativa al industrial. El edil oficialista, Aldo Pedro Poy, busca la prohibición de la venta en Rosario. En cambio, su par de Juntos por el Cambio, Carlos Cardozo sostiene que no es necesario dado que la comercialización ya está vedad a nivel nacional.
El proyecto de Poy fue presentado en el Palacio Vasallo en 2016 y retomado en varias oportunidades. En tanto, procura prohibir el consumo de los vapeadores en los ámbitos públicos. Un punto que para Cardozo no está sujeto a discusión puesto que la venta está prohibida en Argentina.
“No es necesaria ninguna ordenanza para regular su uso en la ciudad de Rosario porque ya está inhabilitado en todo el país. Lo que debe hacer la Municipalidad de Rosario es controlar y sancionar”, sostuvo Cardozo en declaracione públicas.
El cigarrillo electrónico fue prohibido por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) en 2011 por los daños que el objeto, que pretende sustituir a pitillo tradicional, ocasiona a la salud, los cuales fueron constatados por varios estudios científicos de organismos de renombre, entre ellos la OMS.
