Para el duelo decisivo ante Temperley, Rosario Central recupera a una pieza clave en el andamiaje defensivo. Matías Caruzzo superó un desgarro y volverá al once titular: «Si bien los tiempos son cortos y justos, venimos haciendo un esfuerzo para intentar llegar al domingo de la mejor manera posible. El desgarro fue grande, venía molestándome hace un tiempo y a veces lo emocional le gana a lo racional, pero los dos últimos partidos no lo pude hacer porque no lo aguantaba».
«Si está la decisión de jugar, hay que hacerlo sin temor, asumiendo riesgos y entendiendo que es un partido clave para nosotros. La idea es poder llegar bien, poder jugar y para hablar de finales hay que ganar el domingo, por eso entendemos que este es el partido clave», se sinceró.
En torno a cómo se produjo la lesión, el ex zaguero de Argentinos Juniors y San Lorenzo sostuvo: «Llegué medio molesto a Patronato y lo venía sintiendo pero tratándolo paralelamente. Tampoco es que en Superliga estamos bien como para no jugar un partido. Estaba la molestia y preferí hacerme los estudios posterior a Newell’s porque quería jugarlo.Yo estoy 10 puntos, sino no lo voy a jugar. Sería una irresponsabilidad mía entrar a una cancha y no poder hacerlo al máximo».
Mas allá del duelo ante el Gasolero, los Canallas no gozan de un buen presente en el torneo local. A respecto Caruzzo se sinceró: «Nosotros tenemos que prestarle mucha importancia a lo que es la Superliga. Entendemos que este partido es importante, clave, pero también lo serán Estudiantes, San Martín de San Juan, Vélez y River. No podemos mirar para otro lado, hoy no estamos en condiciones para mirar hacia otro lado».
En referencia al rival de turno, penúltimo en la Primera B Nacional, el defensor auriazul afirmó: «Lo que vimos fue un equipo que apuesta bastante para adelante, que intenta salir jugando, que pone bastante gente en ataque y que a priori pareciera ser que juega con tres puntas. Tiene gente importante y de buen pie y al margen de la posición en la tabla, es un equipo para respetarlo. Está demostrado, y más en el fútbol argentino, que no se gana mas ni con nombres ni con camisetas».
