La joven que le salvó la vida tomó la decisión de no comer más animales cuando notó la desesperación de la oveja llamada Dolly. En lugar de comer al animal en las fiestas de fin de año, este recuperó su libertad y se convirtió en la mascota del hogar.
Dolly se iba a convertir en el menú de la cena navideña, hasta que Bernarda cambio su vida. La oveja, acompañada de pan y ensalada, era el primer premio de una rifa de fin de año, pero la joven de 27 años pidió que se la entregaran.
Al darse cuenta con el terror que viajo el animal desde Bermudez hasta Linconl, Buenos Aires convencida de que iba al matadero, decidió hacerse vegetariana.
“Nos habían dado numero y yo los compré sin prestar mucha atención a los premios”, relató la protagonista. Además pidió que llevaran al animal a la escuela rural en donde se desempeña como docente de plástica.
Finalmente su deseo se cumplió: “Me lo terminaron entregando vivo, es un cordero bebe de unos cuatro o cinco meses. Me lo traje en la caja de camioneta de unas de las chicas que trabaja conmigo, estaba completamente atado