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sábado 27 de abril del 2024

El paso de los famosos por las PASO

Por Juan Junco

El celular no paraba de vibrar en la mesa mientras la gata paraba las orejas para saber qué era lo que pasaba. No habíamos llegado ayer a las 18, no había todavía ninguna boca de urna. Que la tía Bertha ya me había llamado unas cuantas veces. En honor a la verdad, unas siete pero no la quise atender. No juzguen, todos lo hacen. Pero hay algo que es cierto. A las 7 vez dije “¡algo pasa! ¿Habrá ganado mamá en el casino?”. Atendí.

“Juanchi, no quiero joderte pero acá estoy con Dora, la abuela de Josefina, la chica que te fue a ver al teatro y te espero en la puerta para saludarte, ¿te acordás? y me pregunta si sabes que dicen los famosos en ´twister´ porque siempre hablan ahí”. Lo bueno de saber que mi familia siempre está en lo importante. Inmediatamente me fui al de nuestra conciudadana y colega Amalia Granata.

Si hablamos de colegas, el compañero engolado y de camisa apretada (me pasa lo mismo) de la mañana no se quedó atrás y también nos mostró el momento previo a “la metida de sobre”, pero con un mensaje:

Sin dejarme terminar, Bertha me interrumpe: “Y esa chica que hacía Consumo cuidado, Valeria “Yaspire” ¿votó? ¿puso algo?”.  Si tía –contesté- y festejó por la democracia.

No sé cómo relaciona gente pero sin poder contarle sobre el perro de Valeria, me pidió data sobre “El cabezón” Tinelli. Aguantaaaaaa!!!!,  ni que fueran amigos. Le conté que el conductor del Bailando 2017 era otro de los que estaba contento por poder votar…

Aunque me la veía venir, Bertha es más del chimento, de la pelu. Ella quiere saber qué hicieron Susana, Moria y oooooooobvio Mirtha, su norte a seguir. Rápido de reflejos, fui al grano sin darle tiempo a la pregunta y se lo conté.

Susana Giménez llegó cerca de las 16:30 con su clásicos anteojos negros y look total black (todo de negro, “porque el negro adelgaza”) con calzas engomadas y tapado con detalles en piel. La diva de los teléfonos habló de la grieta y de «lo mejor para el país”. No hay que nombrarla a la grieta, es verdad.

“Para que no se disipe y muera no hay que nombrarla», tomá pa´vo´. ¿Y Moria? También de negro, pero con capelina. En otras épocas supo bancar a muerte a Daniel Scioli pero en estas elecciones fue más cauta y contó: «Siempre vengo a votar, no espero resultados. Hago las cosas por mi conciencia y mi responsabilidad ciudadana. Espero lo mejor para mi país porque vivo acá y me dio todo, no tuve que irme a otro país para lograr mi carrera».

Para el final, le dejé a la frutilla del postre, a su norte a seguir: su ídola, por quien daría un órgano de ser necesario, la Sra Mirtha Legrand. Con tapado de piel (ojalá sea sintético) y sólo dijo: “Gracias, gracias señores. Me voy a hacer el programa y después seguiré lo resultados en casa y con amigos”. Noventa años y va… ¡mamiiiiita que espíritu!.

La tía no paraba de preguntar y yo no paraba de agotarme. Busqué en mi cabeza las “técnicas de evasión ante charlas familiares imbancables” y en el capítulo 3 encontré el punto “mala señal”: “Tíaaa!!! se cort… hol… me ecuch… hol… ho… t…. Se cortó”.