Las imágenes son impactantes, la gente camina por los mares. Estados Unidos está siendo azotado por una ola polar, que deja océanos y animales congelados. Las temperaturas alcanzan los -22º grados. Desde la filmación a través de un dron se pudo observar como quedó la bahía de Buzzards, en el sur de la península del condado de Falmouth en Massachusetts.

Para que el agua comience a congelarse, se necesita que haya mínimamente 18º grados bajo cero. Durante el fin de semana, en Massachusetts la temperaturas descendieron a los -20º grados y como resultado, la inmensa masa de agua amaneció totalmente gélida, como un glaciar. Una capa gruesa de hielo cubrió el mar y permitió a la población salir y caminarlo.

La semana pasada, en menos de tres horas, la ciudad costera se vio azotada por inmensas olas, que sacaron al mar de su cauce e inundó con agua congelada las calles.

Ya son más de 100 millones los norteamericanos afectados por la ola de frío polar. El noroeste de Estados Unidos es el sector más afectado, donde se registró el punto más bajo en el termómetro: 69,44 grados bajo cero  de sensación térmica en el Monte Washington, la sensación térmica fue de con vientos de hasta 144 kilómetros por hora.

Nevó en el desierto de Sahara

El frío no sólo golpea a los Estados Unidos, las bajas temperaturas provocaron una nevada en uno de los lugares del mundo donde menos probabilidad hay de que ocurra eso: el desierto de Sahara.

El suceso se dio en la ciudad de Ain Sefra (Argelia), que se ubica a mil metros sobre el nivel del mar y cuya temperatura media en enero, según el servicio meteorológico alemán, es de 12,4 grados. En el lugar tampoco son habituales las precipitaciones.

Los cambios climáticos parecen hacer efecto. En una ubicación muy poco habitual, nevó por segunda vez consecutiva. Antes, la última vez había sido en 1979. Una corriente de aire frío en espiral proveniente del Mar Mediterráneo fue la responsable del suceso de este año.