El narcomenudeo es la venta minorista de estupefacientes prohibidos por ley para su consumo y comercialización. Se entiende que es uno de los mayores focos de violencia, ya que sobre los puntos de expensas se concentra la mayor cantidad de delitos de abusos de arma, heridos de arma de fuego y asesinatos.
El gobernador en su apertura de sesiones de la Legislatura de la Provincia de Santa Fe hizo mención a un proyecto que ya tiene media sanción del Senado y ahora descansa en un cajón de diputados. Quiere promover su discusión en la Cámara baja y a partir de eso hacerse cargo de este último eslabón en la cadena del narcotráfico.
Ya salieron voces en contra, y otras a favor. Desde el peronismo en su momento han promovido que se trabaje sobre el narcomenudeo, pero la actual diputada nacional y ex jueza provincial se mostró en la vereda de en frente de este proyecto, ya que dice que no puede existir un doble proceso sobre estos temas y que las herramientas legales seguirán en manos de la Justicia Federal. Otros indican que la provincia no tiene tampoco las herramientas para perseguir este delito.
Pero el gobernador – y todo el Frente Progresista- está convencido que es el camino para dar un golpe de timón sobre la violencia urbana en Rosario y Santa Fe. Creen desde el Ministerio de Seguridad que la mayor cantidad de casos de violencia se dan por el narcomenudeo, alrededor de los bunkers que funcionan como boca de expendio de estupefacientes prohibidos, mayormente cocaína y marihuana.
El proyecto es de un senador del Frente oficialista, Lisandro Enrico, y ya tiene media sanción después de una discusión algo veloz en el Senado. Pero estos proyectos han perdido sistemáticamente estado parlamentario cuando debían ser discutidos por los 50 diputados que representan al pueblo santafesino.
Fue tal el ruido que hizo el planteo de Lifschitz en su discurso inaugural, que quedó en segundo plano el tema de la reforma de la Constitución. De hecho, obligó a Maximiliano Pullaro a brindar entrevistas para expresar su posicionamiento al respecto. Y el encargado de la cartera dijo que están en condiciones de luchar contra este delito desde lo preventivo, pero que para eso necesitan de esta ley.
“No hay posibilidad de que exista un bunker abierto sin connivencia de la policía”, expresó el diputado Julián Galdeano en Radio Mitre Rosario. Y eso es lo que pretende cambiar el proyecto que lleva la firma de Enrico y que cuenta con el aval de gran parte de la política santafesina, pero con voces en contra.
Mientras tanto, mientras los políticos deciden qué hacer y a quién responsabilizar, pasamos en Rosario el abril más violento de la historia, con un asesinato por día en las calles de la ciudad. Los tiempos del delito van por la autopista, y los funcionarios, en muchos casos, por la colectora.
