Los robos de celulares son moneda corriente en la sociedad rosarina. En la parada de colectivo, esperando un taxi o caminando por la calle, cada persona que tiene un móvil en la mano es blanco de aquellos que están esperando ese momento. El fin de la tendencia es claro: comercializarlos. Pero existe una forma para que esos dispositivos queden totalmente inutilizables.
Ariel Garbarz, coordinador del laboratorio de seguridad de telecomunicaciones (ComSec) de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), habló con el programa El Puente en Radio Mitre Rosario y dijo que los celulares robados pueden seguir siendo utilizados a pesar del bloqueo de la línea. “Los usuarios deben exigir que también se bloquee el IMEI del dispositivo, que viene a ser como la chapa patente del teléfono”, explicó el perito.
Es decir, no hay que bloquear solamente la línea telefónica, que es la que viene en el chip, sino también el número único y exclusivo del aparato. En caso de robo, se debe hacer la denuncia a la empresa prestadora de servicio y exigirle que realice estos pasos. Para asegurarse que lo hicieron, se debe volver a llamar a la compañía al otro día y verificarlo.
“Ocurrió muchas veces que el usuario no pide bloquear el IMEI porque no lo saben, la empresa no lo hacía –hoy tienen obligación legal- y cualquiera que le ponía un chip podía usarlo”, aseguró Gabraz. Y dijo que todavía las compañías telefónicas no cumplen la ley en su totalidad.
Con respecto al comercio negro, el perito en telecomunicaciones expresó que es una tendencia que “crece” no sólo con aquellos dispositivos que no fueron bloqueados. “Hay desarmaderos de celulares que utilizan las partes para revenderlas como repuestos, si es que ya no sirven para utilizarlos normalmente”, informó.
