Como sucede con los grandes torneos de fútbol o de tenis, solo por mencionar algunos ejemplos, la NBA también precisa que la actividad regrese. La liga de básquet más importante del mundo sufre al igual que el resto por la suspensión debido al coronavirus y evalúan opciones para poder finalizar la temporada.
Si bien Estados Unidos es el país con mayor cantidad de infectados y víctimas fatales por el COVID-19, también posee recursos como para poder encontrar una cura real o al menos para detectar de forma más rápida el virus.
Tanto el gobierno norteamericano como, lógicamente la propia NBA, aguardan con ansias los resultados del trabajo que se viene realizando en los laboratorios del estado de Illinois, de donde se podría obtener un test que en menos de 15 minutos detecte el coronavirus. Puntualmente, se tardaría entre cinco y 13 minutos.
Se trata de una prueba parecida a la de la diabetes, con un pinchazo en el dedo para sacar sangre, y que nada tiene que ver con la estándar que se está practicando en todo el mundo para cazar esta enfermedad infecciosa. Si finalmente se comprueba su efectividad, confían en que será la clave para el regreso de prácticamente todas las actividades del país, incluido el tan preciado básquet.
Mientras aguardan por el test, desde la organización de la liga ya advirtieron que recién en mayo podrán brindar una fecha más concreta de la reanudación de la temporada.
