Luego de dos semanas de haber estado cerrado por una amenaza que recibieron sus dueños vía Whatsapp, este viernes reabrió el tradicional local de pastas ubicado en calle Paraguay al 1200.
Para la propietaria del comercio, -que ahora está custodiado por la policía-, la vuelta trajo sensaciones encontradas. «Volvimos un poco contentos y un poco con miedo. El miedo está. Creo que muchos clientes también lo están sintiendo porque muchos se acercan y me preguntan cómo estamos», reconoció ante este medio. Además, lamentó que la familia sufrió importantes pérdidas económicas. » El día de la amenaza tuve que tirar todo (la mercadería). Tuve que empezar de cero».
Respecto del funcionamiento de la custodia policial, contó que dos agentes pasan constantemente caminando. «Por ahora estamos cuidados, pero obviamente que todavía no tenemos tranquilidad».
En tanto, resaltó que los empleados recuperaron su fuente laboral, pero «están atemorizados porque esto está pasando en todos los negocios».
Aparte de la inseguridad, la inflación
Por último, la dueña de la firma artesanal se refirió al aumento de precios de la mercadería que necesita para elaborar las pastas, experimentado en los últimos días. «No me quiero lanzar del todo», indicó, cautelosa y planteó que notó que, a la hora de comprar, el jamón y el queso fueron los productos que más subieron.
Así, al temor tras padecer amenazas de muerte contra ella y su familia, se suma la incertidumbre por la situación económica del país, en la que ls inflación marca el pulso.
