El fallecimiento de César Luis Menotti sacudió a todo el espectro del fútbol argentino y mundial, generando una profunda conmoción en los referentes futbolísticos de todos los ámbitos, que se manifestaron de diversas maneras para recordar al DT campeón del mundo en 1978.
El reconocido periodista Ernesto Cherquis Bialo, en diálogo con el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, compartió sus reflexiones sobre la impactante noticia y recordó la figura del legendario entrenador. «Teníamos lágrimas preparadas para despedir al flaco, sin embargo, el impacto del anuncio oficial opera como un martillazo en el alma. Sabíamos que el final era irremediable y hasta nos habíamos convencido de que era lo mejor para que no sufriera», señaló.
Al mismo tiempo, Cherquis sostuvo que a Menotti le costó mucho aceptar el cáncer que padecía desde hacía un tiempo, y que incluso hasta último momento se negaba a ser internado.
El periodista rememoró el legado del «Flaco» en el fútbol argentino, describiéndolo como un prócer que revolucionó la filosofía y la identidad del fútbol en el país. «Fue el que revalorizó a las selecciones argentinas de fútbol de todas las categorías, y además le hizo sentir el orgullo al jugador de pertenecer a la selección, en una época en que los futbolistas priorizaban jugar para sus clubes», manifestó.
El ex director de medios de comunicación de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) señaló que fue testigo de la reconciliación entre Menotti y Maradona, y describió aquel momento como «las 48 horas más difíciles» de su vida. «Diego murió amando a quien le negó la posibilidad de jugar un mundial más, pero terminó comprendiéndolo porque era imposible no entender el cautivante mensaje del Flaco», indicó con respecto a la decisión del DT de no convocar a Maradona para el mundial 1978, donde Argentina obtendría su primera Copa del Mundo.
Respecto a la dicotomía Menotti-Bilardo, Cherquis afirmó que esta divergencia marcó una época en el fútbol argentino y dividió a la prensa y a los hinchas en dos bandos. «Ganamos en el 78 con la escuela de Menotti y en el 86 con la escuela de Bilardo, y a pesar de ser dos próceres del fútbol que vivieron tanto y que generan tanto debate hasta el día de hoy, nunca pudimos convencerlo al Flaco de tomar un café con el Narigón», expresó.
Además, definió al equipo de Huracán campeón del Metropolitano 1973 como una victoria para la idea del «Flaco» de «volver a las fuentes del fútbol argentino, rechazando las ideas tacticistas de los técnicos italianos».
Finalmente, destacó el legado de Menotti en el fútbol mundial y su influencia en entrenadores contemporáneos como Pep Guardiola, lo que deja en claro que su visión innovadora del juego continúa siendo relevante en la actualidad.
