Este lunes, Luis Novaresio mantuvo un mano a mano con Marcelo Tinelli en el ciclo de entrevistas que lleva adelante en la señal A24. Descontracturado, el conductor habló de todo y se extendió sobre la situación del país. Además, no descartó participar activamente en política; adelantó lo que se viene este 2018 en el Bailando y reflexionó sobre el movimiento feminista.
En ese sentido, analizó: «Uno puede servir al país desde muchos lugares. Hoy no estoy pensando en el ingreso a la política. Amo a la Argentina, me emociona estar con la gente. Si algún día se da, no lo descarto. Hoy no lo tengo pensado, no es el momento», «Me encanta, si es hacer política ayudar a los que menos tienen».
En tanto, habló sobre su rol en el club San Lorenzo. «Tenemos un dinero invertido en lo social que no es un gasto, es una inversión»,expresó. Y siguió: «Ayer venía en el avión, leyendo a un economista de la fundación Bunge & Born que decía que ojalá los políticos inviertan en la educación de primera infancia. Es mucho más fácil invertir en una autopista porque la ves. Pero en la primera infancia se invierte muy poco. Y la tasa de retorno es a 20 o 25 años. Por ahí es mucho más fácil es comprar Lebacs o poner un bono que te dé el 5% anual. En la Argentina tenemos que hablar de proyectos que vayan más allá de los gobiernos».
En varios pasajes de la charla enfatizó en que su mirada «es para abajo. Argentina sale dándole a los que menos tienen, no beneficios para los que más tienen. Tenemos que arrancar de abajo. Para mí la economía tiene que tener tres patas: consumo, exportaciones e inversiones genuinas, no la timba financiera como ha pasado en los últimos años. El consumo sigue cayendo muchísimo en este momento, pero no es de este gobierno, es estructural».
Más adelante, aseguró: «Me pone triste que digan que el país es inviable, la puta madre… ¿Qué inviable? No puede ser inviable con la riqueza que tiene. Nos vamos a tener que arremangar para ayudar a que esto salga, pero no lo veo inviable. No podemos no tener sueños los argentinos, tenemos que creer. Yo en Bolívar vendía helado, mi viejo murió de cirrosis, mi mamá tuvo una esquizofrenia. No tuve nada y pude llegar a algo».
También hubo tiempo para poner el foco sobre la grieta. «Hay una grieta que es difícil. No sé si se sale, tenemos que salir. Esa grieta le sirve a algunos nada más. A los que lucran de un lado o del otro. Tiene que haber más opiniones, va a ser muy bueno para la Argentina», señaló.
Asimismo, opinó sobre el grupo de actores que realizaron un acto el 25 de mayo bajo el lema «La Patria está en peligro». «No creo que la patria esté en peligro. Entiendo el reclamo, cualquiera puede reclamar. Estoy a favor de la libertad de expresión, pero no lo siento así. Tenemos que construir una patria en serio, no veo que esté en peligro», afirmó.
Por otra parte, Tinelli reflexionó sobre los recordados «cortes de pollera» que hacía en su programa: «Me dicen ‘corta polleritas’… Lo hacía en el 2008, y una de las mujeres era Paula Robles, que era mi pareja en ese momento. Pero no me guste verme en ese lugar», confesó y prosiguió: «Uno puede evolucionar también. Por ahí algunas veces nos hemos reído de la gente y no con la gente. De todas formas siempre fue un programa que estuvo cerca de los que nos ven en la casa».
Por último, admitió haber sufrido por el conflicto de Ideas del sur con el Grupo Indalo, que implicó el atraso en los salarios de los trabajadores de la empresa y la posterior fundación de su nueva productora La flia.
