Es muy difícil, por momentos imposible, analizar sólo el presente futbolístico de Newell’s sin encuadrar todo en el contexto «tragicómico» que lo contiene. En un club las decisiones institucionales, en mayor o menor medida, tienen directa incidencia en lo deportivo, aunque en la Lepra esto se intensifica aún más. Durante todo el año se produjeron episodios y situaciones insólitas, que fueron redoblando apuestas y provocaron momentos tensos en el mundo rojinegro.
No se pretende enumerar o repasar cronológicamente todo lo que ocurrió en el Parque Independencia en los últimos meses. Pero, antes de evaluar qué tiene Newell’s de cara el futuro y cuánto perdió en relación al semestre pasado, es necesario puntualizar que la salida de los referentes fue lo más importante y la de Maxi Rodríguez la de mayor trascendencia.
Su despedida se sumó a la de Nacho Scocco y Mauro Formica, quedando Newell’s acéfalo de fútbol y goles (entre los tres anotaron 28 de los 40 convertidos por el equipo en la última temporada). Ante este panorama, el flamante entrenador Juan Manuel Llop tendrá que encontrar nuevos puntales futbolísticos y armar desde cero una estructura competitiva.
Además de los tres ídolos rojinegros, también se fueron otras piezas que fueron sumamente importantes en el ciclo Osella. Si se toma como referencia el equipo base que jugó la mayoría de los partidos del 2017, el DT deberá encontrar reemplazantes para 6 de los 11 jugadores titulares (a la espera del futuro de Amoroso). No están más en el plantel Moiraghi (28 partidos jugados), Seba Dominguez (18 PJ), Quignon (22 PJ), Voboril (8 PJ), Isnaldo (16 PJ), Prediger (17 PJ), Mansilla (9 PJ) entre otros.
En esa búsqueda de refuerzos , condicionada económica y judicialmente, la Lepra trajo hasta el momento 8 caras nuevas, despertando la controversia en Afa y Agremiados por las deudas antes mencionadas:
Nelson Ibáñez (Tigre): Jugó 18 partidos en la temporada (6 este año).
Nicolás Bianchi (Atlético Tucumán): 26 partidos en 2016/17 y 10 por Copa Libertadores.
Mauro Guevgeozián (Temperley): 14 partidos de titular y 7 goles en el 2017.
Braian Sarmiento (Banfield): Disputó 22 partidos como titular y anotó 3 goles.
Nery Leyes (Atlético Tucumán): Números casi iguales que Bianchi (27 partidos para el volante). Los dos fueron piezas claves en el Decano que jugó Copa y Campeonato.
Danilo Ortiz (Godoy Cruz): En 2017 jugó 8 partidos.
Luis Leal (Chiapas de México): 7 partidos de titular, 10 en total y 3 goles en el año.
Daniel Opazzo (Cipolleti en federal A): La apuesta del mercado, jugó 13 encuentros en el año y marcó 4 goles.
En la previa al arranque de la Superliga, la balanza está más cerca del debe que del haber. Sin la jerarquía individual que fue vital en la cosecha de puntos del año pasado, sin presupuesto fuerte para incorporar y con los mismos problemas financieros que antes, Llop deberá ser ingenioso y optimista para estabilizar lo más rápido posible este barco.
Sin embargo, se pueden encontrar argumentos positivos que le darán cierta tranquilidad para encarar ese trabajo, las llamadas «primeras gotas» que empiezan a llenar un vaso que parecía vacío. En primer lugar, ante este panorama se especula que no habrá presión de resultados inmediatos, el hincha conoce la situación y seguramente tendrá paciencia en esta renovación. Además, en un plano de mayor trascendencia, los jugadores nuevos que arribaron lo hicieron porque eligieron a Newell’s. Los que Llop convenció y trajo al Parque Independencia pusieron mucho en juego y deciden estar en Rosario. Esos mismos jugadores llegan con rodaje y fueron importantes en sus equipos. Y si bien se nota a priori una diferencia palpable de calidad entre los que se fueron y los que arribaron, todo va a depender ahora de la idea futbolística que logre bajar e impregnar el entrenador en su equipo.
Por último, vale destacar con en este nuevo proceso los juveniles tendrán mucho más lugar. Por las urgencias, el plantel corto y la necesidad de «mostrar para después vender», habrá varios canteranos rojinegros que se perfilan para ser titulares (Valenzuela, Fertoli, Elías, entre otros).
A la hora de barajar y dar de nuevo, tener un plantel convencido y unido es la base de cualquier proyección a futuro que se pretenda realizar. Sin nombres rutilantes que absorban la presión y con un grupo nuevo de jugadores, Newell’s espera la vuelta del fútbol con la ansiedad y la incertidumbre típicas de la época, pero con la ilusión natural que siempre aparece antes de cada torneo.
