Existen drogas de las cuales se conocen más mitos que certezas. La burundanga o escopolamina, su nombre científico, es una de ellas. Una serie de sucesos, como el ocurrido en la mañana de este viernes a una joven que tomó un colectivo en Alem y Pellegrini, volvió a dar lugar para que se hable acerque de esta sustancia.
Detuvieron al acusado de intentar intoxicar a una joven en una línea de colectivo
Según explicó Silvia Martínez, médica toxicóloga, a Rosario Nuestro, “se le llama burundanga a cualquier sustancia utilizada para cometer un acto ilícito, para desmayar a una persona, robarle o violarla”.
De origen afrocubano y usos alucinógenos, la burundanga proviene de plantas de la especie datura, que contiene diferentes concentraciones de escopolamina y de hiosciamina en raíces, hojas y semillas.
Es por vía oral como más frecuentemente se administra a las víctimas de ilícitos: en dulces, chocolates o bebidas. Martínez también detalló: “Puede ser que a través de la piel se absorba, hace algunos años se conocieron unos casos de este tipo, eran muy raros porque se trataba del contacto de mano a ropa, y es prácticamente imposible”.
Asimismo, tiene usos oftalmológicos y se presenta en polvo, gotas o ampollas, pero no existe sustancia que espolvoreada genere un efecto inmediato.
La médica aseguró que la escopolamina “produce en nuestro cuerpo una situación de confusión, mareos, pérdida de conocimiento y trastornos en la memoria” lo que puede ser aprovechado por delincuentes.
Se recomienda: «Tratar de hablar con alguna persona que esté cerca y pedir ayuda, ya que la persona se encuentra confundida y hace lo que otra le pida, anula la voluntad».