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viernes 26 de abril del 2024

Mientras se espera su oficialización, el bono de fin de año continúa cosechando desconfianza

Las cámaras empresariales y sectores privados aseguran que, a pesar del diálogo y los intentos, no todos los sectores podrán afrontar el pago del bono de cinco mil pesos acordado entre el Gobierno y la CGT. Y si bien el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, ya anticipó que habrá «flexibilidades» para las compañías que tengan dificultades, todavía se sigue mirando con más dudas que certezas a la disposición que esta semana se formalizará con un decreto.

El bono de fin de año es un acuerdo entre la CGT y el gobierno nacional que logró desactivar la amenaza de un paro general de 36 horas. El acuerdo sólo alcanza al sector privado e implica pagar a los trabajadores un bono de, mínimo, cinco mil pesos, que se abonará en dos cuotas (una en noviembre y otra en enero de 2019). Frente a eso, y mientras se espera el anuncio oficial y el decreto que lo formalice, los distintos sectores privados y empresariales manifestaron su disconformidad con la medida. ¿Qué piensa cada uno?

Ricardo Diab, vicepresidente 2º de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), aseguró que el sector no está en condiciones de pagar el bono de cinco mil pesos. Para Diab, la situación de las medianas empresas es “asfixiante” y aseguró que muchas están “al borde del abismo”. La CAME, sin embargo, ofreció una alternativa: pagar el bono en tres pagos no remunerativos y a cuenta de futuras negociaciones.

La Federación Gremial del Comercio e Industria de Rosario mostró su preocupación por el decreto del Bono de Fin de Año y le pidió al Estado Nacional que “comparta las cargas de otorgar este beneficio”. Según expresaron a través de un comunicado oficial, desde la entidad empresaria que agrupa a las empresas más importantes de la zona, la medida acordada con los Sindicatos “no tiene en consideración la delicada situación de las empresas nacionales”.

En el escrito, la Federación Gremial afirma que “el entramado Pyme de la República Argentina viene sufriendo agresiones sistemáticas, aumento de la Presión Fiscal, a través de impuestos nacionales y provinciales, aumento de las tarifas de provisión de servicios, gas natural y energía eléctrica, imposibilidad de acceso al crédito con tasas superiores al 70%”.

Y aseguran que todas esas medidas comprometen “la sustentabilidad del sistema productivo nacional”. Y concluyen en el comunicado, que si el Gobierno Nacional considera necesario otorgar un Bono de Fin de Año de carácter general y obligatorio “le proponemos que sea deducible del Pago Mensual del formulario nro. 931, así compartiremos las cargas que implica otorgar este beneficio”.

Para el presidente de la Cámara Argentina de la Construcción, Germán De Vincenzo, “el bono debería tomarse a cuenta de las próximas partitarias”.  “Si la paritaria recompone el salario, el bono tendría que ser a cuenta de eso, pero ese tema quedó en analizarse”, consideró el flamante titular de la entidad, quien puso sobre la mesa la caída de la actividad en los últimos meses y así lo expresan las estadísticas oficiales.

El directivo advirtió también que en las condiciones actuales muchas empresas no podrían afrontar el pago del plus salarial de fin de año, acordado en hasta $5.000 en dos cuotas, en noviembre y enero. Por lo que insistió en analizar la situación “caso por caso”.

Roberto Lenzi, dueño de Briket, titular de la Cámara de Línea Blanca y presidente de la Asociación de Industrias Metalurgicas (AIM), afirmó que “la necesidad está, pero a muchas empresas se les va a complicar pagarlo”. Además, agregó, “estamos negociando las paritarias y apareció de golpe esto, de lo cual no fuimos consultados, sinceramente la necesidad está, pero a muchas empresas se les va a complicar pagarlo, hemos pedido que el gobierno se ponga las pilas y ayude a pagarlo”.

Por su parte, el gobernador Miguel Lifschitz aseguró que el bono de 5 mil pesos acordado entre la CGT y el gobierno nacional “es un manotazo de ahogado” que “no resuelve ningún problema». Y en ese sentido, la provincia no pagará a sus estatales el bono.  “No estamos previendo de ninguna manera un bono este año y la razón es que estamos aplicando una cláusula gatillo que mantiene actualizados los valores del salario”, explicó Pablo Farías, quien recordó que la actualización salarial por la cláusula gatillo se aplica mes a mes, en los aportes y otros conceptos y es remunerativo.

Los gremios, también en contra

Los distintos referentes gremiales de Rosario y la zona también mostraron su disconformidad con el acuerdo entre la CGT y el Gobierno. La mayoría coincide en la necesidad de lanzar un paro nacional urgente y apuntaron contra la Confederación General del Trabajo. Para el secretario general de la Federación Nacional Aceitera, Daniel Yofra, “todo es potencial y nada está acordado. Todo es un espanto. Se debe lanzar un paro nacional urgente y con movilización en las calles”. Por su parte, para el secretario general del Sindicato de Recolectores de Rosario, Marcelo Andrada, “esto es una gran vergüenza. Se debería llamar a elecciones en la central obrera y poner un hombre que esté en serio al frente de la necesidad de todos los trabajadores. Lo de un bono de cinco mil pesos es una burla cuando la inflación trepa a casi el 50 por ciento anual. La CGT debe pedir al gobierno que aplique una ley antidespidos y si no, se debe convocar un paro nacional de 48 horas”.

El secretario general del Sindicato Obras Sanitarias de Rosario, Oscar Barrionuevo remarcó: “Esta CGT da vergüenza a todos los trabajadores con sus acciones pestilentes. El paro debe ser ya, no se sabe que se espera. Evidentemente son cómplices del gobierno nacional y quedarán en la historia como grandes traidores de la clase trabajadora y de todo el pueblo argentino”. Y Marcelo Barros, secretario general de Smata Rosario, indicó: “Nuestro gremio está totalmente en contra de este bono que pagarán en dos veces y aparte no se sabe que empresas podrán pagarlo”. Sergio Rivolta, secretario adjunto de la Asociación Bancaria Rosario, expresó: “Después de un paro nacional contundente como el del 25 de septiembre, y de una medida de fuerza de 36 horas con movilización, firmar un bono de cinco mil pesos y a ver quién lo paga y quién no, está muy lejos de las expectativas de los trabajadores”, apuntó el dirigente.

En tanto, el titular de la Unión Obrera Metalúrgica de Rosario (UOM), Antonio Donello, refrendó la posición de sus pares: “Más que un bono, nosotros queremos llegar a un 43 por ciento de aumento en nuestros salarios porque si no es así, quedamos debajo de la inflación y perdemos poder adquisitivo. Si no tenemos resultado positivo con eso, vamos a impulsar un cese de actividad para marchar en reclamo del aumento salarial.