por Pablo Cribioli
Es muy llamativo que algunos concejales estén tan preocupados por modificar la ordenanza de nocturnidad. Es cierto que este como tantos temas es algo muy sensible a los intereses de los vecinos de Rosario, pero no tanto cuando lo que se está planteando es fundamentalmente, abrir más espacios para bailar y establecer horarios.
Una nueva ordenanza requiere de un sesudo análisis, participación de todos los interesados y principalmente de todos los vecinos.
Por último: el transporte, el tránsito, el poder de policía municipal y la obra pública como la promoción social, se me ocurre, deberían estar a la cabeza de una agenda que que empine las preocupaciones de los concejales de la ciudad.