Luego de una semana agitada por la corrida en el valor del dólar, el gobernador de la provincia de Santa Fe, Miguel Lifshitz, lamentó la situación que está atravesando el país. En diálogo con Marcos Cicchirillo y Andrés Cánepa este sábado en No Va Más en Radio Mitre Rosario, habló sobre el impacto económico en los diferentes sectores, el proyecto truncado de la reforma constitucional y su futuro político de cara al final de su mandato en 2019.
¿Cómo vivieron esta semana?
-«Con mucha preocupación y angustia porque ya lo hemos vivido. Sabemos que cuando empiezan a pasar estas cosas, que se vienen sucediendo desde el mes de abril, van a terminar con una crisis económica y social, con enorme impacto sobre los sectores más vulnerables de la población. Lamento que el gobierno haya desbarrancado tan rápido en la economía y espero que le acierten con las medidas de emergencia que se necesitan en este momento, porque si no vamos a entrar en un espiral de conflicto muy alto».
Para el próximo martes están citados todos los ministros de Economía de las provincias. ¿Qué va a llevar Santa Fe a esa mesa?
-«Vamos a ver cuál es la nueva impronta que le quieren dar a la discusión. Las metas ya no son las mismas. Es difícil ponerse de acuerdo cuando hay ajustes y recortes en recursos que son indispensables para las provincias, porque estamos hablando de obra pública, salud, educación y transporte. Son temas básicos para atender la demanda social en un escenario tan complicado para nuestras finanzas. Todos los gobernadores tenemos la voluntad de ayudar a la conducción del país, pero no vamos a facilitar que nos saquen aquello que nos corresponde».
Hace dos meses atrás, se dijo que a Santa Fe el ajuste que se le propuso fue de 8.600 millones de pesos, ¿qué hay de cierto en eso?
-«Este es el menú que propuso el Gobierno hace unos meses, cuando planteó una serie de posiblidades de recortes y nos dio a las provincias que elijamos entre los distintos males. La semana pasada era un escenario y hoy estamos frente a otro, por lo que hay que volver a retomar las negociaciones en otro marco. Hay que vovler a discutir el Fondo Sojero, porque una cosa es haberlo eliminado con el nivel de retenciones de hace unos días y otra es si van a aumentar y se van a extender a otros productos».
Con la corrida cambiaria y la situación económica, ¿se dispara la cláusula gatillo con respecto a los trabajadores estatales?
-«Sí, eso está vigente desde junio. Les dijimos a los trabajadores que era la mejor propuesta que se había hecho en el país y hoy lo estamos comprobando, ya que tienen la tranquilidad de que sus salarios se van a ir actualizando de acuerdo a la inflación. Esto es un enorme compromiso para el gobierno, ya que los ingresos a la provincia no se ajustan en la misma proporción, pero es un compromiso que asumimos y vamos a cumplirlo».
Santa Fe tiene que presentar el presupuesto en 30 días, ¿la provincia está pensando en retocar los impuestos?
-«Tenemos un marco previsto de reducción de algunos impuestos, que están sujetos a la decisión que se tomen las próximas semanas respecto de temas tributarios, porque si el Gobierno nacional va a modificarlo tendremos que hacerlo también. Entramos en un terreno de inestabilidad política y de falta de reglas de juegos claras para el sector económico que genera desconfianza e incertidumbre».
¿Qué pasó con los consensos para que no salga la reforma constitucional?
-«De antemano sabíamos que era difícil porque no teníamos una mayoría propia, y necesitábamos de acuerdo con otros partidos, fundamentalmente con el peronismo que tiene la llave en las dos cámaras. Este partido, en 24 años de gobierno, le puso el pie encima a cualquier tipo de proyecto de reforma constitucional. Hay un sector que sigue teniendo mucha fuerza que ha sido un férreo opositor y ahora logró hacer lo mismo. Claramente, si uno repasa los discursos de la Legislatura, muchos dirigentes de los 90 fueron los voceros del rechazo al proyecto. Pusieron el argumento de no aprobarla por la reelección del gobernador, pero es una excusa porque planteamos que si el problema era ese había que sacar el artículo».
¿Tuvieron que ceder mucho en ese proyecto que llegó a la Legislatura?
-«La propuesta que hicimos, que surgió de un debate muy amplio con sectores de la sociedad civil, expertos y referentes políticos, fue buena. No era una reforma total pero introducía cambios importantes. Hubiese sido una gran oportunidad, pero avanzamos mucho y se instaló el tema en la gente y hay una mayoría de los santafesinos que está de acuerdo con la modificación. Si no fue ahora, será en el próximo período».
¿Cuál es su futuro en 2019?
-«Más que mi futuro, a mí me preocupa el del país. Voy a seguir trabajando en el proyecto político que me propuse toda la vida y vamos a terminar la gestión con el mismo ritmo con que la venimos llevando. Desde la política vamos a buscar darle continuidad al plan en Santa Fe y a nivel nacional intentaremos ampliar las bases. Es un momento para captar nuevas ideas y tomar nuevos discursos, no podemos seguir aferrados a viejos esquemas. Falta alguien que se anime a salir de la grieta entre kirchnerismo y Cambiemos, y ese es nuestro desafío»
¿Antonio Bonfati es el indicado para continuar con el proyecto?
-«Es muy prematuro. No son tiempos buenos los que estamos viviendo para hacer especulaciones electorales, la gente tiene la cabeza en otro lado y tiene otras prioridades. Este año tenemos que concentrarnos en ver cómo salimos de la crisis y cómo nos recuperamos de las medidas que está tomando el gobierno de la Nación».
¿Qué cree que es lo que le preocupa más a la gente en la calle?
-«La seguridad y la economía, hay una gran angustia de todos los sectores por la inflación, la posibilidad de la pérdida del trabajo, el encarecimiento de los créditos, el debilitamiento de los salarios. Están todos preocupados por lo que está pasando, y nosotros tenemos que llevar un mensaje de tranquilidad y esperanza. Sabemos que vamos a salir adelante, como salimos siempre, porque Santa Fe es una provincia que está en buenas condiciones para afrontar los problemas».
