Tras la audiencia imputativa que se desarrolló en Rosario el martes pasado en la que determinaron a varios de los autores intelectuales y materiales de los cuatro crímenes a trabajadores que asolaron a la ciudad, Hernán Lascano, periodista de La Capital y uno de los autores (junto a Germán de los Santos) del libro «Rosario, la historia detrás de la mafia narco que se adueñó de la ciudad», se refirió al contexto de violencia y narcocriminalidad, y condenó las fotos al estilo Bukele que publicó hace un mes el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni.
En diálogo con El Puente, programa que se emite por Radio Mitre, Lascano repasó la situación de la ciudad a través de los años y expresó: «Sabemos que tenemos un fenómeno criminal consolidado con una violencia que ha sido epidémica en términos de muertes violentas y heridos».
En ese sentido, consignó: «Estamos viendo que a lo largo del tiempo hubo secuencias de hechos sangrientos muy brutales que tuvieron como efecto un alza de la tasa de homicidios».
Asimismo, explicó por qué Rosario sufre de una escalada de violencia de características distinta a la de otras geografías, y argumentó: «En otros lados la presencia de una banda fuerte hace que se imponga su autoridad por sobre las demás y que no haya desafíos como vemos acá, donde el fenómeno está muy fragmentado, en los que hubo vacíos de presencia institucional que han promovido que este tipo de disputas sangrientas por el mercado se afiance».
A raíz de ese estado de cosas, el periodista resaltó: «Esos hechos no se ven en otro lugares del país y junto con eso han crecido los crímenes como los de los trabajadores de marzo, como el caso de Jimi Altamirano frente a la cancha de Newell’s; o el de las dos mujeres, madre e hija, que esperaban el colectivo en Parque del Mercado en zonar sur, Virginia Ferreyra y Claudia Deldebbio«.
«El sistema criminal tiene mucha capacidad de reemplazar a los sectores que actúan de esta manera violenta», aseguró Lascano.
A lo Bukele
Además, el escritor se mostró crítico contra la publicación de las imágenes de presos de alto perfil arrodillados y con el torso desnudo por parte de Cococcioni y Pullaro en marzo, que se dieron a conocer previamente a la saga de crímenes: «He sido muy crítico de esas fotos. Primero, porque me parece humanamente muy ofensiva. Los presos en el sistema constitucional están presos para que haya una retribución del daño que hicieron, pero también que esa retribución se haga a través de la reinserción social, cosa que parece un discurso pastoral o ingenuo, pero que el Estado no puede dejar de sostener».
Luego, agregó: «Por otra parte, cuando no está controlada para nada la situación criminal, producir algo que puede ser leído como una provocación, es desde el punto de vista político un desacierto muy fuerte».
