El tendido aéreo es una problemática que se repite en las grandes ciudades y que en su momento llevó al Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires a tomar medidas drásticas e intimar a las empresas de telefonía, cable e internet a quitarlos por sus propios medios. No obstante, el caos también se observa acá en Rosario. Los famosos cables aéreos en desuso que sólo ensucian el paisaje urbano, implican también un peligro para los peatones y le quitan belleza al patrimonio cultural de la ciudad. Mirar hacia arriba, implica un esfuerzo visual para llegar a apreciar la arquitectura de los edificios o las bellas cúpulas de la ciudad ya que hay que atravesar un enredo de cables viejos que cuelgan y sólo sirven de sostén para palomas.
Muchos de esos cables en desuso, que como si nada cruzan las calles de la ciudad, fueron los mismos que imposibilitaron que los camiones autobombas pudieran pasar cuando ocurrió la explosión de calle Salta 2141. No obstante, ese registro quedó en el archivo periodístico. Y los cables siguen ahí, como si nada. Rosario Nuestro recorrió la ciudad y encontró un panorama visual caótico en el centro, con decenas de cables que corresponden a servicios que ya no se usan y que las empresas de cable, telefonía e internet reemplazan cómodamente sin retirar los viejos. En tanto, desde el gobierno informaron que la limpieza del paisaje aéreo corresponde a Obras Públicas, quienes deberían intervenir y acordar con las empresas privadas qué cables quedan y cuáles no.
