La cinematográfica fuga de 8 delincuentes de la cárcel de Piñero el domingo pasado por la tarde sigue dando de qué hablar en Santa Fe, mientras la investigación continúa en muchos sentidos. Al momento quedan cinco prófugos sin ser recapturados, en tanto, los otros tres que lograron salirse del penal ya fueron atrapados.
Walter Gálvez, secretario de Asuntos Penitenciarios de Santa Fe, dio su versión de los hechos este martes, al aire de Radio Mitre Rosario. En primer lugar, cuestionó la gran organización que lograron tener los internos para organizar la fuga: “Las requisas funcionan a medidas, sino no habría tantos celulares adentro, no funcionaría la droga o habría tantos negocios”.
Momentos antes de la fuga, alrededor de las 17 del pasado domingo, un grupo comando llegó por afuera del penal y comenzó a disparar a las garitas, donde montan vigilancia los guardiacárceles. Mientras eso sucedía, otro delincuente cortó los tejidos perimetrales, conforme al relato de Gálvez.
“Las garitas están para controlar hacia adentro, no hacia afuera. Había información (que se filtró) entre los miembros del pabellón 14 y a lo mejor alguien del Servicio Penitenciario, eso lo dirá la investigación”, aseguró Gálvez.
Los gariteros “tuvieron que repeler una acción (disparos) que venía de dos móviles, el grupo de presos que cortaba el tejido, los que tiraban a las garitas para cubrir, los que tiraban para ahuyentar desde los dos vehículos. Todo este conjunto fue dramático”.
Los guardias que respondieron con disparos eran cinco personas de menos de 30 años, contó el secretario. Tras el ataque y la fuga, “estaban absolutamente shockeados, sorprendidos. Creo que los cinco actuaron como debieron, con mucho nivel de compromiso y arriesgando sus vidas, aun abatiendo a un delincuente”.
Gálvez aclaró que los delincuentes que cortaron los alambrados con amoladoras fueron los que atacaban desde afuera del penal, y no los internos, como se planteó en un primer momento. Relató que, en el momento en que los presos del pabellón 14 gozaban sus horas de patio, los delincuentes que arribaron en autos comenzaron a disparar a las garitas y a cortar los alambrados, que son cuatro, hasta llegar al patio.
Una vez que se logró la conexión entre el interior y exterior (cortando cuatro alambrados), los que realizaron el golpe les entregaron armas de fuego a los fugados para que dispararan. “Fueron a liberarlos”, afirmó Gálvez, indicando que el fallecido “era el encargado de cortar los tejidos con la amoladora, y cayó muerto después de haber cortado el ultimo tejido, se ve en la filmaciones como pasan encima de él los presos al fugarse”.
En esa línea, señaló que “los que se evadieron eran muchos más, en principio 15, y después fueron 8” los que lograron salir, “a los otros los capturaron (personal de la cárcel) en el mismo cordón de seguridad”.
Un dato, es que al momento de la fuga, “un delincuente trató de subir a una garita” donde había un guardiacárcel, “y fruto de la acción del servicio penitenciario” se impidió su llegada. El policía en esa garita tiene 23 años, afirmó Gálvez.
Nuevas medidas en la cárcel de Piñero
El secretario del Servicio Penitenciario comentó que se trabaja en “una batería de medidas, que no solo tienen que ver con una infraestructura adecuada a lo que contiene hoy Piñero”.
Dio a conocer que el penal aloja a “2.100 internos, con una capacidad de 1.456. Por otro lado, 200 son de altos perfiles: bandas narcocriminales que están detenidas”.
“Está construida como una cárcel de máxima seguridad pero evidentemente no alcanza la infraestructura que tiene, por eso planteamos la necesidad de construir un muro perimetral y un centro de monitoreo para verificar en tiempo real lo que entra y lo que sale, cada metro cuadrado, porque no estamos hablando de internos comunes, sino que son presos integrantes de bandas que tienen comunicación entre sí”, concluyó Gálvez.
