Indiana La Rocca, esposa de Joaquín Pérez, asesinado en Arroyito cuando guardaba su auto la semana pasada, repudió las agresiones contra el gobernador, Omar Perotti, y el intendente, Pablo Javkin, durante la marcha impulsada por la familia en el Monumento a la Bandera en reclamo de justicia por el joven. «Nada justifica la violencia; eso fue lo que mató a mi marido», expresó al aire de una entrevista en el programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario.
En ese marco, Indiana, mamá de una nena dedos años que tuvo con el arquitecto, manifestó sus sensaciones después de la masiva convocatoria. «Fue muy fuerte. Nosotros sabíamos que iba a ir mucha gente porque estaba convocada toda la población. Lamento que se haya desencadenado como se desencadenó porque no era el fin; la consigna era ‘justicia por Joaquín'».
En ese sentido, la joven resaltó el diálogo previo a la protesta que mantuvo con Perotti y Javkin: «Al haber decidido invitar a todos, sabíamos que podía pasar lo que pasó. Cuando yo hablé con el gobernador y con el intendente, les planteé que podía pasar, que si estaban de acuerdo con asistir eran bienvenidos y se quisieron hacer presentes igual».
«La realidad es que el pueblo está cansado y esto podía pasar. Entiendo que la gente está cansada y los gritos, pero nada justifica la violencia porque eso fue lo que mató a mi marido», insistió y reconoció: «En un momento me asusté y por eso me corrí para atrás. En ningún momento abandoné la marcha, pero sí me alejé del descontrol».
«Hay que hacerse escuchar, quizás no eran las formas», remarcó en otro tramo de la conversación con el periodista Andrés Cánepa y agregó: «La impotencia es tan grande, es tan fuerte el dolor que cada uno trata de sobrellevarlo como puede».
Por otra parte, Indiana se refirió al curso de la investigación y destacó que la familia no posee ninguna información. «Quiero confiar en que esto se va a resolver, se tiene que resolver. Ya se demostró ayer que esto no puede seguir pasando por Joaquín y por todas las víctimas y para que no vuelva a pasar. Para que no haya otro Joaquín esto tiene que parar ahora».
«Si lo que pasó con mi marido sirvió para despertar, que así sea. Esta muerte no puede ser en vano, ninguna muerte puede serlo, pero yo hablo desde mi dolor», concluyó, con una entereza admirable.
