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viernes 26 de abril del 2024

La dueña de la casa baleada denunció que los suegros de Alvarado la amenazaron: «Me dijeron que me calle la boca»

Además, aseguró que no tiene ninguna relación con el sindicado como líder de una banda narcocriminal.

La dueña de la casa baleada a primera hora de este lunes en Pirayú al 1200 bis aseguró que su familia no tiene ninguna relación con el sindicado como narcotrafincante, Esteban Alvarado. «Somos los vecinos de los suegros, nada más», dijo la propietaria atemorizada por lo sucedido y denunció a los parientes del hombre sospechado de liderar una banda narcocriminal. «Me dijeron que me calle la boca y que soy una negra de mierda», relató. Los agresores dejaron una carta con una amenaza dirigida al hombre vinculado a la venta de estupefacientes que está preso en la cárcel de Piñero. La mujer reveló que la policía demoró casi dos horas en llegar.

«A las 6.20 de la mañana estábamos durmiendo con mi marido hasta que de repente se sienten los impactos de bala. Nos sentamos los dos en la cama asustados y lo primero que le digo a mi marido es ‘¿y los chicos’?», contó Romina y afirmó que al comprobar que sus hijos estaban bien revisaron las cámaras de seguridad de la vivienda. «De los nervios no podíamos encontrar la secuencia», confesó.

Todavía aterrorizada, la mujer decidió salir de la casa y encontró una carta intimidatoria dirigida exclusivamente al sindicado como líder narco, Esteban Alvarado, preso en la cárcel de Piñero. «No tenemos ninguna relación con Alvarado. Somos los vecinos de los suegros nada más, no tenemos nada que ver», aseguró y se mostró angustiada. «Gracias a Dios mis hijos estaban durmiendo atrás. Pero ¿si estaban jugando acá qué pasaba?», preguntó. A su vez, sugirió que, por las filmaciones de las cámaras el ataque pareció haber estado dirigido a los familiares del sospechado como cabecilla de una banda narco.

«Mis hijos son chiquitos. Tienen 7, 3 y 9 años. Este es el país en el que vivimos. Llamé a la policía a las 6.39 de la mañana, llegó a las 8.30», agregó y manifestó que los suegros de Alvarado la amenazaron. «Me dijeron que me calle la boca y que soy una negra de mierda. Yo no soy ninguna negra de mierda. Yo trabajo para darle la mejor educación a mis hijos», expresó entre lágrimas y destacó que su marido es mecánico y ella lo ayuda en el taller.

El ataque

Por otra parte Romina insistió en que las cámaras de seguridad de su hogar captaron el momento del ataque, en el que se ve a dos personas que titubearon en cuanto al blanco del atentado. «Está todo grabado. Desde que frenan y deciden a donde tirar, hasta que tiran y dejan el cartel», subrayó e indicó que fueron nueve las veces que apretaron el gatillo. Además, resaltó que los agresores llevaban puesto cascos.

«Yo sabía que esto iba a pasar. Por eso les dije (a los suegros de Alvarado) que no dejaran los autos en mi vereda. No sé qué voy a hacer, tengo que resguardar a mis hijos. Yo ya viví un montón de cosas, pero mis hijos no y yo les quiero dejar algo mejor», concluyó.