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miercoles 08 de mayo del 2024

Fallo inédito para el autocultivo de cannabis: «Lo que les damos a nuestros hijos es medicación»

En un fallo inédito, este jueves la Justicia Federal de Rosario avaló el autocultivo de cannabis con fines medicinales para un grupo de ocho mujeres con hijos e hijas que padecen distintas enfermedades y necesitan del aceite de la planta para vivir. Erika, una de las mamás que presentó el recurso de amparo, sostiene que el logro no es sólo para ellas. Las «Madres que se plantan»- así se  conoció en los medios a la asociación- ya cultivan,  le proveen el medicamento a sus chicos y saben que cambia la vida, pero esperan que la decisión judicial siente un precedente para otros miles de pacientes en el país. «No lo podemos creer. Nosotras para la ley somos una asociación ilícita», cuenta, entusiasmada. Cuando dice «la ley», Erika se refiere a la 27.350 que regula el uso del aceite de marihuana para paliar sintomatologías físicas pero que no contempla el cultivo por cuenta propia, salvo en casos excepcionales.

Cannabis con fines medicinales: la Justicia Federal de Rosario avaló el autocultivo

Erika Ato, que pertenece a la organización Mamá Cultiva, descubrió el aceite de cannabis medicinal después de que su hijo Santino saliera de un coma que duró seis meses por las reiteradas operaciones a las que se sometió a causa de un tumor cerebral. Lo tomó dos días y pudo despertarse. «Los médicos me dijeron que iba a tener de seis meses a dos años de vida», recuerda, pero ella y su marido no se resignaron. «Yo le tenía fe al cannabis porque fue lo que lo hizo despertar». Su confianza se materializó. «Santino fue un nene feliz», cuenta con las emociones a flor de piel. Su hijo falleció hace dos meses, un par de semanas después de la presentación del recurso judicial.

«Yo sabía que no peleaba por mi caso solo. Yo ya era cultivadora y sabía lo que era el cannabis», remarca la mamá que está convencida que el fallo de  la Justicia rosarina «es para las que van a venir» y dimensiona la importancia de lo colectivo. Si bien existe jurisprudencia en casos individuales en torno al uso del aceite con fines terapéuticos, el carácter grupal de la presentación y el posterior visto bueno, no tiene precedentes a nivel nacional e implica un paso hacia la salida de la clandestinidad para muchas familias.

El 29 de marzo de 2017 el Senado aprobó la Ley 27.350 de Uso Medicinal de la Planta de Cannabis y sus derivados, que no contempla el autocultivo y sólo habilita el uso del aceite en casos de epilepsia refractaria. Para Erika, la norma es arcaica. «Estamos por encima de una ley nacional», remarca, otra vez, sorprendida. El fallo local cambia radicalmente el panorama, otorgando un marco de formalidad y descriminalización para los pacientes y familiares involucrados.

En ese sentido, permite la intervención y acompañamiento de profesionales de distintas áreas a través de la Asociación de usuarios y Profesionales para el Abordaje del Cannabis (AUPAC) y de la Facultad de Ciencias Médicas, y Bioquímicas y Farmacéuticas de la Universidad Nacional de Rosario. La segunda casa de estudios figura como encargada de la cromatología del aceite, es decir, el control de calidad. «Lo que les damos a nuestros hijos es medicación», subraya Erika que lo único que quiere es que el tratamiento sea una opción más para padres de niños y adultos que viven con alguna problemática de salud como autismo, cáncer y esclerosis múltiple, entre otras.

Erika vio los efectos que los fármacos legales provocaron en su hijo Santino, que el 4 de octubre cumpliría cuatro años, aunque entiende y respeta a los que eligen la medicina tradicional. «Muchas de esas drogas son bombas letales». Hoy está esperanzada por las mamás que vendrán. «Nadie más que una madre sabe lo que necesita su hijo «, dice, para luego despedirse.