El refugio Sol de Noche trabaja a capacidad colmada. Las bajas temperaturas y la situación económica provocaron el colapso del lugar este año. Jorgelina Calderón trabaja en el hogar y comentó en Radio Mitre Rosario que aumentó exponencialmente las personas en situación de calle entre el grupo etario de los 35 y 50 años. «No estamos acostumbrados», dijo.
«Estamos trabajando a capacidad colmada al igual que al principio de la temporada allá por el 14 de abril, el refugio tiene las 62 plazas cubiertas y no alcanza para cubrir la cantidad de gente que acerca al refugio», manifestó la trabajadora.
La casa tiene camas para 54 hombres y 8 mujeres. Habitualmente las plazas de las damas sobraban y eran ocupadas por otros hombres, sin embargo, este 2019 el cupo de mujeres también está lleno. «Es el primer año que las ocho camas están ocupadas», deslizó Calderón.
«Cambió un poco la situación», relató y agregó: «Siempre trabajamos con personas mayores de 50 años y así en adelante hasta los 80, y hoy se ve muchísima gente entre la franja etaria de los 35 años y 50, ahí es donde aumentó. También con menores, gente que nosotros no trabajamos y lamentablemente le tenemos que decir que no».
Tal es la situación que desde el refugio se vieron obligados a modificar la metodología de trabajo. Ante el colapso proceden en conjunto con el refugio municipal, aunque aún así no alcanzan a cubrir todas las necesidades.
«El tema que en este momento están los dos refugios colapsados. Tratamos por todos los medios que nadie quede un día ala intemperie, a veces se puede o a veces no, hemos llegado a tirar un colchón en el piso», sostuvo en ese sentido la trabajadora.
Y por último, reveló: «Por lo general trabajamos seis meses, pero estamos pensando en trabajar un mes más. El refugio es un voluntariado, llega octubre y empezamos a definir qué hacer, es difícil, a veces no se puede, pero lo vamos a intentar».
