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viernes 26 de abril del 2024

Curas de barrios populares con temor a represalias

El domingo pasado, la escuela Pablo VI y la parroquia María Reina en barrio Larrea fueron atacados a tiros. Las detonaciones llegaron, incluso, al altar de la iglesia donde todas las semanas el padre Juan Pablo Núñez encabeza la misa. El hecho ocurrió tras las reiteradas denuncias del párroco en contra de la violencia y el narcotráfico en la zona. “En el barrio todos los días hay tiroteos”, sostuvo el sacerdote y explicó que ya había recibido amenazas dos veces en la semana.

Tras el tiroteo a la Iglesia, religiosos de barrios populares emitieron un duro comunicado

“Fue una semana difícil y tratamos de acompañar al Padre Juan Pablo y toda su comunidad, es por eso por lo que se hizo la misa con el obispo y después emitimos un comunicado”, indicó este sábado el padre Claudio Castricone en Radio Mitre Rosario.

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“Como sacerdotes que vivimos nuestro ministerio en los barrios populares de nuestra ciudad, nos unimos a nuestro hermano Juan Pablo Núñez y a su comunidad parroquial en este momento de tanta dificultad”, decían las primeras líneas del escrito.

Sobre la relación con las autoridades, el sacerdote reconoció en la entrevista radial no haber tenido dialogo con ellos, pero tampoco afirmó que el Padre Juan Pablo lo haya hecho. Sólo aseveró que un concejal se acercó el día de la misa después de los disparos.

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Según el religioso la relación de los sacerdotes y las organizaciones sociales en zonas conflictivas tiene sus limitaciones, igualmente, reconoció estár al tanto de la realidad de todo lo que pasa en los barrios”. Asimismo, agregó que el trabajo de la iglesia es “contener y prevenir”, pero saben que pueden llegar hasta ahí no más porque si “avanzan les puede pasar como a Juan Pablo y realmente nadie les va a dar bolilla”.

“La policía sabe donde están los puntos de venta de drogas, no hace falta que ninguno de nosotros lo denuncie, por qué voy a poner yo la cabeza en la boca del león si quienes deberían hacer cumplir la ley saben quienes son”, resaltó el religioso.

Sobre su trabajo dijo: “Esta situación del narcotráfico está totalmente unido a la pobreza. Hay mucha gente que esta en la venta de droga que no lo hubiese hecho si tuviese un trabajo honesto, no lo estoy justificando, pero la delincuencia está unida a la pobreza”.

Al finalizar argumentó que como están dadas las cosas, siempre la cadena se corta por el eslabón más débil y lo gordos del narcotráfico “sigue siendo intocables”. Y agregó: “Cuando pedimos mayor presencia del estado no es que queremos más policías, lo que decimos es que el estado debería estar con todas sus herramientas, como trabajo y contención”.