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lunes 06 de mayo del 2024

Comienza el juicio por el femicidio de Érica Soriano

Se inicia el juicio a Daniel Agostena, el acusado de haber asesinado a su pareja embarazada Erica Soriano en agosto de 2010 en Lanús, provincia de Buenos Aires.

El debate comenzará a las 10 de hoy en el Tribunal Oral en lo Criminal 9 de Lomas de Zamora, ubicado en la planta baja del edificio de Larroque y Presidente Perón, en Banfield.

Lagostena de 55 años llega al juicio detenido e imputado de «homicidio en concurso ideal con aborto en contexto de violencia de género», delito que prevé una pena de prisión perpetua.

Se estima que van a declarar entre 60 y 70 testigos, y que las audiencias se extenderán hasta el 15 de junio próximo.

El 3 de junio de 2017, la causa fue elevada a juicio oral por orden del juez de Garantías 8 de Lomas de Zamora, Gabriel Vitale, y a pedido del fiscal Gerardo Loureyro y de la familia de la víctima.

Previamente, el 5 de mayo del año pasado, la sala III de la Cámara de Apelación y Garantías de Lomas de Zamora había confirmado la prisión preventiva de Lagostena dictada en junio de 2016 último por Vitale y rechazado un pedido de arresto domiciliario.

En la elevación a juicio se dio por acreditado que el 20 de agosto de 2010 Lagostena y Érica de 30 años, tras visitar a un ginecólogo en Capital Federal, se dirigieron a su domicilio en Lanús, donde ya se encontraba una persona no identificada hasta ahora que utilizó el teléfono de línea para llamar a una pizzería a las 22.01.

En base al estudio de otros llamados, se estableció que a las 22.13 Érica habló con una amiga, quien luego declaró que se dio cuenta que en el viaje iba manteniendo una pelea con Lagostena.

Según la investigación, cerca de la medianoche, el imputado comenzó a intercambiar mensajes con su sobrino Brian Poublán (25), hijo de su hermana, con quien hasta entonces no tenía un trato cotidiano ni habitual.

Alrededor de las 5 del día siguiente, un teléfono celular a nombre de la madre del joven registró llamadas salientes en el centro porteño y la Costanera Norte, y luego se activó en Lanús, cerca de la casa del joven y su madre.

La intensidad de llamadas (seis entre las 5.05 y 5.53) llamaron la atención de los investigadores porque no era habitual el uso horario ni el patrón de comunicación y lo que se cree es que se dieron en el lapso durante el cual se hizo desaparecer el cuerpo de Erica.

Si bien Lagostena dijo que solamente tenía un celular a nombre suyo, luego se comprobó que contaba con cuatro teléfonos móviles activos.

Para el juez Vitale, «no resulta razonable suponer que una persona con sus características se sustraiga de su ámbito familiar, o que haya renunciado a todos sus derechos personalísimos, de identidad, de matria potestad, derechos patrimoniales y sucesorios».

Otro dato valorado por los pesquisas fue que cuando la familia de Érica concurrió a su casa con la Policía para saber sobre ella, encontró allí la ropa con la que Lagostena dijo que ella había salido hacia lo de su madre tras mantener una discusión con él, su cartera con todas sus pertenencias, excepto el celular, y el ácido fólico que tomaba por su embarazo.

Los peritos que buscaron rastros en la casa hallaron, pese a que hacía 24 grados, la chimenea caliente y restos de poliéster que se correspondían con una bombacha, por lo que se presume que el imputado quemó allí la ropa de su pareja.

FUENTE: INFOBAE