El descontrol reinó en la madrugada del sábado en el polideportivo 9 de julio. En el lugar, que desde principios de mes funciona como refugio municipal y brinda asistencia a personas en situación de calle, se vivió una escena que roza lo bochornoso y que culminó con un detenido y dos policías heridos.
La triste secuencia inició cuando un hombre identificado como Joel T., en notable estado de ebriedad, arremetió contra la fachada de la institución golpeando las ventanas. Personal de la Guardia Urbana Municipal (GUM) le pidió que se calme, sin embargo, el hombre no hizo caso y siguió con su actitud.
Continuando con su zaga de violencia, el agresor golpeó a uno de los oficiales en el pecho por lo que solicitaron refuerzos en el lugar. Según consigna el portal Rosario3.com, todo empeoró cuando en el interior empezaron a volar cascotazos de diferentes tamaños que provocaron heridas en el cuerpo del subinspector Pablo Rubio.
Vecinos aseguraron que desmanes de este tipo son “cosa de todos los días” y que muchas personas llegan ebrios al refugio y dejan su materia fecal en el piso.
Finalmente Joel fue controlado por las autoridades, detenido y trasladado a la comisaría 15º.