Por: Verónica Bonacchi
¿Importa mucho desde qué lugares llega un libro a nuestras manos? ¿Tiene más peso si el título lo sugiere alguien querido que si lo leemos en una lista de los best sellers del verano? ¿Se saborea más la historia que viene precedida de l elogio de un amigo? Sí, absolutamente, sí, a las tres preguntas.
Es que los lectores suelen establecer entre ellos extrañas alianzas no del todo habladas; como si fueran expertos en algoritmos emocionales que hacen que uno pueda decir con certeza que si leíste tal libro, “te va a encantar” aquel otro, o que simplemente tal título “es para vos”.
Las recomendaciones, esas que hacen que las bibliotecas crezcan sanas, diversas y fuertes, son uno de los mejores momentos que genera la literatura por afuera de los libros.
Los libreros juegan un papel fundamental en esa red humana; también los amigos lectores, y los compañeros de trabajo que comparten intereses.
Además, las recomendaciones suelen llegar justo en medio del desconcierto -¿por dónde seguir?- y abren caminos nuevos que a su vez pueden ramificar aún más los intereses, los autores, las historias.
Y algo más a su favor: nadie recomienda un libro que no le haya gustado.
Así que el simple gesto de sugerir un título, lleva implícito la complicidad y la necesidad de compartir , sino un momento un estado.
En nombre de las recomendaciones, seis títulos para disfrutar.
Hay libros que no importa cuándo fueron escritos. Importa cuándo llegan a nuestras manos. El caso de Lucía Berlín, una escritora redescubierta en 2016, es para tener en cuenta. Su primer libro rescatado, “Manual para las mujeres de limpieza”, es brillante. Y este año, por suerte para los que aman los cuentos, hay más.
La recomendación del libro de la argentina Samanta Schweblin llegó por todos lados. Fue elegido por el diario “The New York Times” como uno de los diez mejores títulos de ficción de 2018 y ya antes se había ganado la voluntad popular. El libro bucea en las relaciones humanas contemporáneas, mediadas por lo tecnológico y marcadas por el voyeurismo y la soledad.
“Entre cielo y tierra”, “La tristeza de los ángeles” y “El corazón del hombre” (todos en Salamandra). Los escribió el islandés Jon Kalman Stefánsson (Reikiavik, 1963) y desde que fueron publicados resaltan su excepcional lirismo con el que relata la durísima vida de un variopinto grupo de personajes en la Islandia rural y pescadora del siglo XIX.
Para los que disfrutan de una mirada inteligente y ácida a la vez. A. M. Homes es “la” escritora. Sus libros son una suerte de disección sin piedad de la sociedad norteamericana. “Una crónica demoledora de un año catastrófico, violento, macabramente cómico y transformador en las vidas de una familia americana rota.”, dice su amigo Salman Rushdie.
Esta colección de relatos es un viaje a los inicios del escritor, ganador del Pulitzer y considerado el Chéjov norteamericano. “Este libro recopila 13 especímenes de lo que se conoce como ‘relatos de aprendizaje’. Lo que no significa que sean relatos de aprendizajes comunes, porque quien los firma es un aprendiz de John Cheever”, escribe en el prólogo Rodrigo Fresán.
El libro de yapa, y por descubrir. Mavis Gallant, canadiense ella, entra en la categoría de rescates y descubrimientos, como Lucía Berlín. Este año llegará este libro de una escritora que fue elogiada por Margaret Atwood y John Updike. Y en su momento la crítica no dudó en acercarla a George Eliot, Anton Chéjov, Henry James. Con esa larga y pesada recomendación, la esperaremos.
