El último viernes de octubre llegó con un calor que se hizo sentir desde temprano en Rosario y se erige como la antesala de un fin de semana a puro verano, aunque faltan casi dos meses para la llegada de esa estación. Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la máxima trepará hasta alcanzar unos- para algunos- insoportables 33 grados.
De acuerdo al organismo, el fin de semana las condiciones meteorológicas permanecerán similares. El sábado y domingo el termómetro llegará a los 34 grados y, según el último parte, no se prevén lluvias, aunque sí algunos nubarrones el último día del recreo.
Con todo, el alivio llegaría recién el lunes cuando se esperan chaparrones y un descenso abrupto de la temperatura, que subiría paulatinamente hasta alcanzar de nuevo los 30 grados el jueves.
