Tomás Axel Sosa tiene apenas 19 años, pero un prontuario pesado. Estaba prófugo por el crimen de Mariano Alejandro León (21), ocurrido durante un asalto en 2014, hecho por el cual había sido atrapado, con 15 años, pero a los pocos días se escapó de un instituto de menores y por eso también era buscado.
El crimen de León ocurrió el 17 de julio de 2014. Era hijo único, se crió con su madre y soñaba con recibirse de contador. Para solventar su carrera en la UBA trabajaba en una peluquería de Caballito.
Pero el motivo de su reciente arresto no es precisamente por el crimen del joven, sino por el intento de copamiento a la comisaría 1° de La Matanza, en pleno centro de San Justo, cometido el lunes 30 de abril para rescatar al preso Leandro Aranda (22).
En los audios de WhatsApp que les envió a otros integrantes de la banda les dice que tomó un desinflamatorio para su mano lastimada «y estar cheto». Luego advierte que está dispuesto a todo: «Tengo ganas de fiambrear (NdR: matar) hoy».
«Tomy» Sosa fue apresado por la Policía bonaerense cuando circulaba en un auto sobre avenida Crovara, a 50 metros de La General Paz, en La Tablada. Creen que es uno de los que ingresó a la seccional.
Hasta el momento, en esa causa hubo nueve personas arrestadas, aunque dos de ellas recuperaron la libertad. Uno de ellos intentó huir en un auto con pedido de secuestro durante uno de los allanamientos, pero no estaba vinculado con el tiroteo en la comisaría.
En el ataque a la comisaría resultó gravemente herida la sargento Rocío Villarreal (25), quien recibió dos disparos. Una de las balas le destruyó una vértebra dorsal y le afectó la médula, por lo que corre el riesgo de no volver a caminar.
Fuente: Clarin.com
