A más de un año del comienzo de la cuarentena en Argentina, algunos rubros de la actividad económica no lograron recuperarse de la pandemia. En cambio, otros pudieron recomponerse e inclusive superar la productividad previa al aislamiento. Tal es el el caso de la empresa rosarina SIMA, dedicada al monitoreo de cultivos mediante el uso de la tecnología.
Emiliano Brest, uno de los miembros integrantes de SIMA, que utiliza un sistema de agricultura inteligente, que permite monitorear lotes en forma personalizada, geolocalizar datos, analizar la información y generar órdenes de aplicación para su manejo, dialogó con Rosario Nuestro y realizó un balance sobre lo que dejó el 2020 y las esperanzas para el 2021.
¿Qué expectativas tienen para el 2021?
El año pasado fue increíble para nosotros. En cuanto a lo comercial y en medio de una pandemia, pudimos crecer a un ritmo aún más acelerado del que habíamos proyectado, superando la digitalización de 3 millones de hectáreas en toda Latinoamérica.
Como producto, desarrollamos una nueva interfaz, generamos funcionalidades inteligentes y nos asociamos a NASA Harvest para la creación de un algoritmo predictivo que nos ayuda a estimar el rinde de la cosecha. Realmente fue un año muy bueno para la empresa.
¿Tienen trazado algún objetivo mínimo a alcanzar?
El 2020 fue un año de aprendizaje y transformación digital. Aprender a ser remotos a la fuerza quitó muchos miedos rápidamente. Para este año, los márgenes de acción se reducen, con lo cual digitalizar la agricultura ya no es una cuestión de innovación sino de supervivencia. Ser más eficaces en la toma de decisiones para alcanzar una mejor rentabilidad y contar con un registro histórico de los datos.
Este año esperamos alcanzar las 5 millones de hectáreas, y conseguir una facturación de 2 millones de dólares. Además, afianzarnos en el mercado brasileño, y seguir desarrollando Bolivia, Uruguay, Paraguay, México, Colombia y Venezuela.
¿Cómo ven el mercado local en comparación con otras zonas del país?
El mercado local prácticamente vive de la producción, por lo cual busca siempre la mayor rentabilidad, y en ese punto es más proclive a adaptarse al uso de nuevas tecnologías. Tenemos una zona muy rica, y también la obligación de manejar tamaña suerte con responsabilidad. Contamos con los medios para llevarlo a cabo.
