El cuerpo de Sheila Alejandra Ayala, la nena de diez años desaparecida en un predio en San Miguel, fue hallado este jueves por la tarde. Según los primeros detalles que arrojó la autopsia, la menor fue estrangulada hasta morir con un lazo y el asesino dejó un surco de ahorcadura en su cuello de tres centímetros de ancho con una lesión visible.
La autopsia comenzó a practicarse este viernes al mediodía en la morgue judicial de la localidad bonaerense. Además, se precisó que varios arcos costales en el cuello fueron fracturados por la presión y que el cuerpo de Sheila no presentó otras lesiones. El cadáver se encontraba en una bolsa ubicada en un espacio entre dos paredes.
Tras el hallazgo, sus tíos paternos confesaron el crimen. La hermana del padre de la niña y su pareja admitieron que tomaron drogas y alcohol y que no saben cómo llegaron a la situación. Ambos descartaron el cuerpo de su sobrina desde el segundo piso de su vivienda a un espacio contiguo.
Por su parte, el fiscal general Marcelo Lapargo, cabeza de la jurisdicción donde se investiga el crimen, aseguró que la muerte se caratula como un homicidio criminis causa, es decir, tapar un crimen con otro con una posible tentativa de abuso. “Se ve que quisieron abusar de ella y se les fue la mano”, declaró una fuente cercana al caso al encontrase el cuerpo desnudo dentro de una bolsa.
Los primeros informes policiales cuentan que Sheila Ayala fue ahorcada con una sábana
