La muestra del festival internacional de cine BAFICI pasó por nuestra ciudad, esta vez con los cines Arteón y Del Centro como puntos de exhibición. Se proyectaron más de 15 materiales audiovisuales de realizadores de distintas partes del mundo. Hubo cortos, largometrajes, documentales y hasta fusiones de géneros. Conversamos con Tomás Viú, uno de sus organizadores, quien brindó detalles de lo que fue una celebración con todas las letras para el séptimo arte.
Como puntapié inicial del diálogo que sostuvo con Rosario Nuestro, Tomás Viú, quien forma parte de Calandra Producciones (productora de cine independiente local a cargo de la organización del evento), puso el foco en la importancia de contextualizar para el lector: «El BAFICI es uno de los festivales cinematográficos más importantes de Latinoamérica que tiene sede en Buenos Aires», en tanto explicó que el colectivo al que pertenece se ocupa de llevar adelante la «muestra itinerante» que se desarrolla en el ámbito local desde hace más de quince años.
Hecha la aclaración, Viú continuó con su relato de lo que calificó como un «verdadero encuentro de cine» y señaló que «uno de los principales objetivos tiene que ver con traer a Rosario una selección de los mejores materiales del cine independiente nacional e internacional que, de otra manera, no podríamos ver, dado que son difíciles de conseguir y que muchas veces no encuentran pantalla donde estrenarse. Se trata de una muestra contundente, muy variada, pero que a la vez tiene algunos ejes marcados».
Según Tomás, una problemática transversal a algunas de las obras que se mostraron es la «reflexión sobre el cine y sus posibilidades». En esa línea, recomendó “Como me da la gana II” del chileno Ignacio Agüero, una secuela de “De igual manera”, pieza del mismo director, que data de 30 años en la que «intervenía en rodajes ajenos preguntando cuál era el sentido de hacer cine en la época de la dictadura de Pinochet». Agüero retoma esta irrupción en rodajes de otros pero esta vez pregunta «qué es lo verdaderamente cinematográfico”.
«El BAFICI es uno de los festivales cinematográficos más importantes de Latinoamérica que tiene sede en Buenos Aires»
Esta «preocupación metalingüística, esta reflexión en el dispositivo cinematográfico sobre el dispositivo mismo, también la vemos en «Orione», cuya directora Toia Bonino fue galardonada como mejor directora en la versión BAFICI Buenos Aires, lo cual refleja el papel preponderante de las mujeres en esta XV edición, tanto delante como detrás de escena, un asunto sobre el que este joven comunicador social puso especial énfasis.
Acto seguido, se refirió a la emotividad de la presentación de “Las cinéphilas”, otro largometraje de cepa femenina, a manos de una de sus actrices protagónicas, Estela Clavería: «Nos reímos, nos emocionamos, lloramos. Nos llenamos los ojos y el alma de cine», y subrayó que este es uno de los fines claves para sostener el encuentro de manera autogestiva.
Al mismo tiempo, Viú marcó la relevancia de la presencia del crítico de cine francés Nicolás Azalbert en la proyección de “Toublanc”, una película «de tres historias que se tocan de manera indivisible» en la que oficia de actor, dirigida por Iván Fund, otro de los asistentes.
«Nos reímos, nos emocionamos, lloramos. Nos llenamos los ojos y el alma de cine»,
De igual manera, mencionó “Las Malcogidas”, de Denise Arancibia, y “La vendedora de fósforos”, ganadora como mejor película en la gran muestra porteña, cuya exposición en cines Del Centro estuvo a cargo de su propio director Alejo Moguillansky y de las intérpretes María Villar y Cleo Moguillansky, hija del realizador. Una vez más las mujeres…
Con un tono que desnuda su pasión por la pantalla grande, el muchacho subrayó que la exposición cinematográfica se delinea cada año como «una oportunidad para conocer a los realizadores, a los actores y actrices, a las productoras, a los directores».
Siguiendo a Tomás, todo encajó a la perfección. Cientos de espectadores se acercaron a ambos centros de proyección para disfrutar la 15º muestra rosarina del BAFICI en la que hubo- valga la redundancia- un total de 15 funciones. Más de la mitad de las películas fueron premiadas en el festival de Buenos Aires. Las más vistas fueron las ya mencionadas La vendedora de fósforos y Toublanc.
El encuentro tuvo como broche de oro la fiesta de cierre que se celebró en un bar del centro de la ciudad con música, DJs invitados, sorpresas y hasta torta de cumpleaños.