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viernes 19 de abril del 2024

Se fundó el Anti Macrismo

En el 2008 después de 4 años de gobierno de Néstor, Cristina Kirchner arrancaba una tormentosa gestión. En marzo, a tan solo 3 meses de asumir, presentaba la ley 125 y apareció como concepto el anti kirchnerismo. No fue uno solo, no fue simultáneo, no fue homogéneo, pero desde entonces quedó atrás el menemismo-antimenemismo para pasar a este nuevo binomio.

Esta reforma previsional, junto a las otras que plantea el gobierno de Cambiemos, generó un rechazo opositor semejante a aquella ocasión. Y ahora también cambió el paradigma para leer la coyuntura política nacional: nació el anti macrismo.

No creo que haya que pensar más en términos dicotómicos K-Anti K, ya que a partir de los avances en las reformas la sociedad empezó a dirimir en bares, reuniones, asados, colectivos, laburos sus posiciones al respecto. De un lado y otro, se ha formado una nueva grieta y se llama Mauricio Macri.

Kirchneristas que buscan nuevos horizontes, peronistas que no saben de qué lado caer, y progresistas que buscan una tercera vía inviable conforman un nuevo mapa que tiene como núcleo a Cambiemos. La construcción de poder en estos dos años de administración ha sido asombrosa, han limitado el accionar de los gremios, han logrado cooptar voluntades empresariales, políticas y sociales, han sostenido a las organizaciones barriales contenidas y pudieron avanzar, con gradualismo, con los temas que pretendían desde el inicio.

Les costó tiempo, la elección intermedia para volcar la balanza del Congreso y decisión política para avanzar con la reforma laboral, previsional, política y fiscal. “Es necesario o se cae el país”, insisten desde adentro de la Casa Rosada.

Las críticas del nuevo anti macrismo es básica: le recortaron a los jubilados y le perdonaron a las mineras y al campo aportes impositivos. Eso aglutina sectores que se unen por el espanto y no por sus coincidencias. Vimos el jueves pasado, tras el escenario dantesco de la plaza, festejar a Del Caño con Rodenas, a Rossi con Contigiani y a Camaño con Moreau. Políticos que hace unos años no podían llegar a los acuerdos más simples, hoy se abrazan y se besan por un triunfo pírrico que 4 días después fue derrota.

Hay que cambiar el chip. Ya quedó en el pasado el anti kirchnerismo. Ya están presos los que querían que estén presos, sólo quedó Cristina Fernández de Kirchner en soledad desde el senado. Hoy es tiempo del anti macrismo, como contrapeso  del gobierno de turno y del nuevo paradigma de poder.