El miércoles amaneció gris en la ciudad bajo la firme amenaza de Santa Rosa. Pero la tormenta meteorológica no amedrentó a los rosarinos como la económica. Desde las 10 de la mañana, el dólar no para de subir y este mediodía llegó a los 40 pesos en casas de cambio y a los 38, 10 pesos en el Banco Nación. La incertidumbre llevó a que algunas casas de cambio decidan no vender más dólares hasta que se estabilice el escenario económico. Frente a esta situación, centenas de hombres y mujeres se alistaron en la zona de las principales casas de cambio en busca de la moneda estadounidense. El fantasma de 2001, la indignación por el ajuste y la idea de generar un ahorro en tiempos de crisis, fueron los principales argumentos de los ciudadanos en diálogo con Rosario Nuestro.
«Lo que pasó en 2001 no tiene nombre y ahora es el doble o el triple. Hay gente en la calle, hay gente que no puede comer… Y los jubilados. La cosa está cada vez peor», señaló una mujer, preocupada por la situación. «Vamos a ver qué pasa, compro para ahorrar», expresó un muchacho joven más cauteloso. Lo mismo que otro que dijo haberse asesorado «por gente que sabe de economía. Después de ahorrar algo en pesos decidí apostar al dólar».
Todos coincidieron en percibir que la escalada seguirá imparable, que el dólar continuará aumentando a niveles exorbitantes. Mientras tanto, desde los medios de comunicación y las redes sociales no cesan las especulaciones, el repudio y los análisis económicos, que oscilan entre el pánico social y la calma. Desde el Gobierno, por otro lado, procuran cambiar las aguas con anuncios «tranquilizadores», como el de Marcos Peña quien descartó que exista un fracaso en el rumbo económico, en la ciudadanía lo que gobierna es la incertidumbre. El Banco Central, a su vez, anunció nuevas medidas y elevó la tasa de interés al 60 por ciento.
