Los líquidos residuales se deben clasificar, ya que a partir de los resultados se puede diseñar el Tratamiento de Efluentes adecuado. Además, al caracterizarlos se podrá verificar si cada efluente se encuentra dentro de la reglamentación y las normas de volcado.
En la actualidad, hay una gran cantidad de tipos de efluentes, desde los domiciliarios, hasta los industriales, los comerciales y los provenientes de instituciones públicas.
Es clave considerar y reconocer que en su composición, los efluentes tienen diversos componentes según qué actividad los generó. Aun así, hay algunos parámetros que sirven para determinar cada uno de ellos (tipos de efluentes), como pueden ser las sustancias orgánicas e inorgánicas, las bacterias, los sólidos en suspensión, el pH, la temperatura o el oxígeno que se encuentra disuelto.
Entre los tipos de efluentes que existen podemos nombrar a los siguientes:
- Los efluentes cloacales: este tipo corresponde a líquidos residuales que se descargan en las cloacas. Estos fluidos provienen de los hogares, hospitales y de las industrias. Las cloacas disponen de cañerías subterráneas que tienen una pendiente para que de esta manera los líquidos puedan circular llegando hasta su descarga final y luego hacia las plantas de tratamiento.
- Los efluentes industriales: estos incluyen a todas las descargas residuales que provienen de los procesos industriales o de los vertidos originados por los diferentes usos del agua industrial como pueden ser aquellos correspondientes de las purgas de circuitos cerrados o semicerrados de la refrigeración, de recirculación de aguas de proceso, de las aguas de condensadas o de la limpieza de equipos y utensilios, entre otros que son evacuados fuera de la industria.
¿Cómo se tratan los efluentes?
El tratamiento de estos líquidos residuales, consiste en un conjunto de operaciones unitarias ya sean de tipo físico, químico, físico-químico o biológico que tiene la finalidad de reducir o eliminar la contaminación y aquellas características no deseables.
Al realizar los mencionados tratamientos, se obtienen aguas con mejores características, adecuadas al uso que se les tenga que dar. La combinación de los procesos se deberá analizar según las propiedades de las aguas de partida, así como también para qué serán utilizadas.
Lo más habitual es tratarlas en plantas donde se realiza casi todo el proceso de separación de los contaminantes. Luego, se generarán efluentes reutilizables en el ambiente y un residuo sólido o también llamado biosólido conveniente para que vuelva a utilizarse.
¿Por qué es necesario tratar los efluentes?
El tratamiento de los efluentes es una tarea muy importante para el cuidado y desarrollo de los ecosistemas, al mismo tiempo que cuida de nuestra salud y la del planeta.
- Ayuda a la disminución de una de las principales causas de contaminación de las aguas marinas, subterráneas y fluviales.
- Disminuye la degradación de los ecosistemas.
- Protege la salud y el Medio Ambiente.
- Protege la fauna y flora presentes en los mares, lagos y ríos.
- Permite la reutilización del agua tratada.
Es sumamente importante gestionar sistemas de tratamiento de efluentes, ya que la escasez del agua es un problema que afecta a todos los continentes y debemos cuidarla.
Esperamos que esta información te sea útil y te haya resultado entretenida.
