El ex jugador del Canalla, José Luis Rodríguez, se sumó a la lista de aquellos que palpitan el Clásico y saben, como nadie, lo que se sienta al estar allí, en el campo de juego, con el rival de toda la vida del lado de enfrente. Y más él, quien era «tomado de punto» por la parcialidad leprosa; siempre protagonista del lado lindo del folclore que representa este evento.
En diálogo con Juega La Banda por Radio Mitre Rosario, el «Puma» analizó cómo será el derby: «Va a ser un partido trabado, porque los dos tienen situaciones difíciles y es un partido que ninguno va a querer perder, y si eso pasa van a querer que sea por penales».
Además, compartió su mirada sobre cómo llega Central: «El presente no es bueno. No se está jugando bien. De hecho uno escucha al técnico y jugadores, y no están conformes con el rendimiento ni lo resultados obviamente, porque no son los que esperábamos».
El Puma, quien actualmente dirige en las inferiores canallas, recordó cómo vivió los enfrentamientos ante Newell’s en su época de futbolista: «Todo el mundo sabe que estos partidos son distintos. Vine a Central desde Buenos Aires y lo primero que me pedía la gente era ganar el Clásico», y agregó: «Uno piensa cómo será el Clásico, hasta que lo vive».
«Va a ser un partido complicado. Sería bueno volver al triunfo, ganar ante el clásico rival y eso va a calmar las aguas que están agitadas en el mundo central», expresó Rodríguez, y señaló cuál es para él la clave en el equipo de Bauza:»Todo el juego que pase por Central tiene que ser por los pies de Ortigoza».
El ex delantero no dejó de lado el hecho de que el partido se dispute en Buenos Aires y sin gente: «Me da bronca que no se pueda jugar en la ciudad, que la gente no lo pueda disfrutar… Pero más allá de la bronca que uno pueda tener con los políticos porque no lo hacen acá, también es culpa nuestra, porque somo parte de esto, de esta sociedad que hace que no se pueda jugar porque hace lío. Todos somos un poco culpable que no se juegue acá».
«Es como un entrenamiento. Se hace muy complicado porque se escucha todo, no tenés el calor de la gente, que era parte del folclore. A mí me agrandaba cuando me gritaban y me ponían de punto; te hacían sentir importante», rememoró el Puma.
