Los jueces penales Gustavo Pérez de Urrechu, Rodolfo Zvala y Román Lanzón integran el tribunal encargado de juzgar a Leandro Gastón R. acusado de trasladar y ayudar a escapar en moto al autor del homicidio de José Eduardo Fernández.
La tarde del 4 de diciembre de 2015, José Eduardo Fernández fue asesinado en Lamadrid y Padre Margis. Su atacante bajó de una moto y, con un arma en cada mano, lo mató de varios disparos. A media cuadra lo esperaban para darse a la fuga.
Los autores del homicidio fueron sindicados como Adrián C., el que disparó, y Leandro R., quien manejó la moto en la que llegaron hasta el lugar y después escaparon. El primero continúa prófugo de la Justicia, mientras que el segundo fue detenido y hoy inició el juicio en su contra.
El fiscal Ademar Bianchini lo acusó de ser partícipe necesario del homicidio y pidió a los jueces que se lo condene a 18 años de prisión. Para Bianchini, el acusado “sabía que iban a matar a Fernández, no podía ignorarlo y una prueba de eso es que cuando escuchó los disparos no se asustó, no se escapó, no se fue, sino que lo esperó para sacarlo del lugar”. Para el funcionario, otro indicio del modo de vida que llevaba quedó evidenciado cuando, a los pocos días del hecho, allanaron su casa y encontraron un arma y municiones, entre las que había balas de punta azul, las que atraviesan chalecos antibalas.
Para la defensora Patricia Guzmán no existen elementos suficientes para atribuirle la autoría del hecho a su defendido. A su entender, lo deficiente de la investigación realizada por el Ministerio Público de la Acusación queda evidenciado en que no pudieron nunca dar con el autor material de los disparos y las pruebas que recolectaron no logran derribar el principio de inocencia.
En el cierre de su alegato, Guzmán anticipó que la principal testigo de la causa incurrió en varias contradicciones y solicitó la absolución de su defendido por el beneficio de la duda.
