A casi dos semanas de la picada fatal en zona sur de Rosario, familiares, vecinos y peatones llevaron adelante una manifestación este miércoles por la noche en Ayacucho y Avenida Nuestra Señora del Rosario, para pedir justicia por la muerte del niño de 8 y su papá de 43.

Una gran cantidad de personas se acercaron al lugar con carteles para acompañar a los familiares de las víctimas en el pedido de justicia, y más que nada a Cintia Díaz, esposa, madre y única sobreviviente de la picada fatal. Se pintaron sobre la calle dos estrellas amarillas por la muerte.

Cintia Díaz, la única sobreviviente de la picada fatal que terminó con la vida de su hijo Valentino, de 8 años, y su esposo David Pizorno, de 43, fue dada de alta este lunes tras varios días de internación y fue ella la que convocó a la protesta de este miércoles. «Mi hijo era mi vida, lo busqué y planeé su nacimiento», expresó la mujer, quebrada en llanto, tras recibir el alta médico.

El pasado martes 23 de marzo le dictaron prisión preventiva a uno de los dos jóvenes que venía corriendo picadas y provocaron la muerte del padre y su hijo. En la audiencia, Pablo M. fue imputado por el delito de «homicidio simple con dolo eventual con lesiones gravísimas en concurso ideal en calidad de coautor» por el juez de Primera Instancia, Facundo Becerra.

La Justicia ubica al detenido como el conductor del Citröen C4 que participó en el siniestro vial que ocurrió en Avenida del Rosario y Ayacucho. Pablo M. rozó al Citröen C3 conducido por David Pizzorno, que viajaba junto a su esposa Cintia y su hijo Valentino.

El hombre y el nene fallecieron tras ser impactados por el otro vehículo involucrado, la Renault Sandero conducida por Germán S. que será imputado cuando se recupere de las lesiones que sufrió: permanece internado en terapia intensiva en el sanatorio Lapdrida.