18°
sábado 27 de abril del 2024

Perdón Messi, la AFA no te merece

Un Mundial más, el cuarto para Lionel Messi, que una vez más termina frustrándose porque no pudo lograr lo que más quiere en su carrera: conseguir un título con la selección mayor de Argentina. La deuda más grande que tiene la historia del fútbol es que el rey de este deporte desde hace una década no se haya llevado nada.

La paupérrima Asociación del Fútbol Argentina no merece que Messi sea su principal representante, su cara visible. Chiqui Tapia y compañía hablan de la «nueva AFA», pero en definitiva es lo mismo que «la vieja AFA», la que condujo Julio Grondona durante 35 años hasta su fallecimiento tras el Mundial de Brasil 2014.

Tras la muerte de Don Julio, que bien podía jactarse del peso de la «Casa Madre» del fútbol argentino logró en la FIFA con su vicepresidencia, también se encargó de romper proyectos antes de despedirse de este plano, no hubo planificación seria para continuar el gran trabajo en las divisiones formativas de José Pekerman y Hugo Tocalli.

El presidente de Argentinos Junior por aquel entonces, y mano derecha de Grondona, Luis Segura, se hizo cargo de manera interina de la AFA, hasta que se produjeron las elecciones del papelón 38-38 sobre una cantidad de 75 votantes.

Ante semejante desprolijidad, la FIFA intervino y se debió crear una Comisión Normalizadora con Armando Pérez a la cabeza, cuya primera tarea fue encontrar un reemplazante de Tata Martino que había llegado tras la partida de Alejandro Sabella, y se fue justamente por la constante improvisación de una Asociación que dejó a la «buena voluntad» de los clubes la cesión de los jugadores para los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde el Vasco Olarticoechea hizo literalmente lo que pudo.

Edgardo Bauza fue el técnico de Armando Pérez y si bien los resultados acompañaron a medias y el rendimiento siempre fue deficitario, no lo dejaron trabajar porque estuvo claro que ni bien Chiqui Tapia fuese confirmado como nuevo presidente de AFA, su decisión seria cambiar nuevamente. Así fue: Jorge Sampaoli fue el elegido y se pagó por su llegada la millonaria cláusula para sacarlo del Sevilla.

En el medio de todo este desconcierto por parte de la entidad máxima del fútbol nacional, estaba Messi y una camada de futbolistas cuyo mayor pecado fue perder tres finales, a las que llegaron por sus méritos. El mejor del mundo, que tranquilamente pudo haber jugado para España en un marco de una clara mayor organización, eligió representar a su país incluso ante esta AFA que jamás estuvo ni cerca de su magnitud.

Milagros hay en el fútbol porque es un deporte impredecible, pero no suceden en gran cantidad y mucho menos si no son ayudados por una estructura sólida por detrás. El crack rosarino y esta gran camada de jugadores quedaron solos, sin una dirigencia seria, con constantes cambios de entrenadores con ideas de juego muy diferentes y finalizando con un DT como Sampaoli que fue a probar a un Mundial, generando una total improvisación.

Para los que amamos este deporte y admiramos al 10, y deseamos más por él que por nosotros verlo levantar un trofeo vestido de albiceleste, sería una bendición seguir viéndolo jugando para Argentina, pero será entendible que diga basta. Por lo tanto, sólo queda decir perdón Messi, la AFA no te merece.