Por Andrés Cánepa
Carolina Losada ganó la elección intermedia que la posicionó como la gran vencedora. Los embates en su contra, como su falta de preparación o su lugar de residencia, no hicieron mella en los resultados finales. Ganó con contundencia contra el candidato del Gobernador y de la Casa Rosada, se impuso en 16 de los 19 departamentos y deja posicionada a la marca de cara a las elecciones del 2023. Maximiliano Pullaro, segundo en la interna, se erige como el próximo candidato a gobernador del espacio y pretende amalgamar a otras fuerzas que hoy no forman parte de Juntos por el Cambio.
Losada fue sorpresa en las PASO, cuando pocos la tenían en el radar a la hora de pensar en los ganadores, más allá de una campaña feroz desde las redes y los medios nacionales. Y ese impacto trajo el viento de cola que la catapultó como la más votada de estas elecciones provinciales. No es la primera vez que el macrismo se queda con una intermedia: las anteriores, en 2017, tuvieron como ganador a Nicky Cantard, aunque después no alcanzó para siquiera hacerle sombra al peronismo en las generales de 2019, quedando el espacio en tercer lugar con José Corral a la cabeza.
Esa enseñanza hizo que los espacios que conforman este bloque político ya estén pensando en una estrategia conjunta para poder ser una alternativa seria a conducir los hilos de la Casa Gris santafesina. Losada será senadora junto a Dionisio Scarpín, intendente de Avellaneda, por los próximos 6 años. Pero hoy el radicalismo lo ve a Pullaro con el candidato natural a la gobernación dentro de dos años.
Su perfil de consenso, haber quedado vivo después de 4 años al frente del Ministerio de Seguridad, su experiencia como legislador en la Cámara de Diputados provincial, y su base territorial en toda la bota santafesina, lo posicionan para ser, al menos, uno de los que compita en las elecciones del 2023. Además, cuenta con el apoyo de Martín Lousteau, referente de Juntos por el Cambio en la Nación, y también tiene cercanía con el armador de Losada en la provincia, el diputado provincial Julián Galdeano. Viejos correligionarios que supieron alejarse, pero que el futuro promisorio los encontrará nuevamente unidos.
El PRO seguramente tenga su propio candidato. No va a haber acuerdos grandes y el sistema PASO te obliga a tener internas competitivas. La experiencia de esta intermedia lo demuestran: si hay madurez en la rivalidad, después podrán trabajar todos juntos de cara a las generales. Hoy no se visibiliza con claridad, aunque Angelini ha dejado su perfil de armador para erigirse como candidato en las últimas elecciones y puede volver a ser uno de los nombres que estén sobre la mesa.
Losada será un eslabón fundamental en el Senado para potenciar la rivalidad con Cristina Fernández de Kirchner, y tiene la llave para abrir los medios porteños por su relación con la mayoría de los referentes de la comunicación adentro de la General Paz. Entiende su rol y sabe que estos dos años pueden ser fundamentales para, después de tres intentos fallidos, el espacio de Juntos por el Cambio se quede con la provincia de Santa Fe.
Hasta se piensa, por qué no, en una alianza con el intendente de Rosario, Pablo Javkin, y así potenciar en Rosario a un frente de frentes que se asoma como la novedad política de los próximos comicios. El socialismo es un hueso duro de roer, pero nadie se anima a descartar que también se sume a un espacio grande para enfrentar al peronismo. El escenario está abierto.
Parafraseando al viejo slogan del 73: Losada al congreso, Pullaro al poder.
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