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sábado 04 de mayo del 2024

La nostalgia de haber sido…

“Pebeto, todavía sos radical....?”.

Por Pedro Alberto Aramburu

Facebook: Pedro Aramburu

Twitter: @pebeto131

Se derrumbó sobre la silla, me palmeó con algún exceso y esbozando una mueca (similsonrisa), voceó su arribo a la mesa de septuagenarios domingueros, a modo de presentación. Dirigiéndose a mi preguntó, una vez más,  “¿Todavía sos radical?”.

Generalmente, al responder, le suelo recordar que ese tipo de expresiones, son impropias en el vocabulario de un miembro destacado del foro local, como suele autodefinirse. Invariablemente  de nada sirven mis observaciones reiteradas. Ya es hora que entienda (yo) que la ramplonería es de uso y práctica en cualquier oficio o profesión.

Por algún motivo que aún no analicé, en esta oportunidad me surgió la necesidad de responder, con la prevención de tomar el freno de mano. No valía la pena arruinar la tertulia dominguera por un arranque de iracundia tardía inconducente.

Me quité los anteojos y adoptando pose de “profesor ciruela”, puse primera y empecé a parlotear.

“A tu insistente curiosidad sobre mi afiliación, adhesión, pertenencia política- dije un tanto excedido en énfasis- voy a responder  por única vez- (pausa)… ¡SI! ¡Sigo siendo radical, es más, creo que no podría ser nada más que radical…..me defino como radical ¡me expliqué?”.

Silencio en el bar. Alguien, desde otra mesa, miró curioso y se dispuso a poner la oreja para escuchar también él. Era un conocido de los domingos.

Seguí.

“Pero como detrás de tu curiosidad, hay otra pregunta, que es la que en realidad te preocupa y no lo sabés, voy a intentar aclarar esa duda, que es la de muchos”.

El abogado preguntón pidió un cortado en jarrita. Los demás se acomodaron para escuchar- miraban con la curiosidad de quienes esperan escuchar una revelación sabiendo que no superaría el nivel de una reflexión, con minúscula.

“Lo que vos querés saber no es, si sigo siendo  radical. NO, vos querés saber otra cosa, que no te animás a preguntar. Tu pregunta escondida, ¿sabés cuál es?  EXISTE AÚN EL PARTIDO RADICAL. pero como sos, sin proponértelo, un tipo respetuoso, optás por la otra  pregunta. ¿Todavía, sos radical. Me explico?”

Algunos parecían coincidir con mi interpretación del doble fondo del interrogante. Ya que me daban pista, seguí. Siempre cuidando de no irme al pasto.

“El partido, la UCR, existe desde hace unos ciento treinta años. Se pueden imaginar la cantidad de cosas que sucedieron en ese silgo largo. Divisiones, Congelamientos, desaparición formal. Clandestinidad, éxodos, reincorporaciones. Pasó de todo y a sus protagonistas se los llevó la historia. Muchos de ellos son la historia. Algunos de la galería propia, algunos pocos pertenecen a la memoria argentina”.

“Cada uno de esos tipos, afiliados o no,  seguía siendo radical, independiente del carnet o la ficha. Podías renunciar, te podían expulsar, quedarte en tu casa pero tu condición de radical de pendía de tu conducta y la adhesión a la profesión de fe en la que se sustenta el ideario radical”.

“Pero un partido dinámico y horizontal, como nos gusta definirlo, no siempre fue igual, cambió según los tiempos fue Poder y oposición. Sus dirigentes acertaron y se equivocaron. Tuvo grandes conductores y también pasó etapas de sequía. Pero siempre funcionó. siempre”.

“Tal vez por eso, en este estado de crisis institucional, donde los partidos languidecen surgen tus dudas, mis dudas. Es natural que me preguntes ¿Qué pasa con el radicalismo? Y solo te pueda contar, mi parecer”.

Algunos te van a decir, falta un líder, otros reclamarán por la desactualización doctrinaria o cuestionarán las alianzas y acuerdos, pero mientras el contenido está convulsionado, las formas se mantienen y es lo que permite hacerte pensar que existe. Sus cuerpos orgánicos funcionan, los grupos internos también y cada quien propone un rumbo. Es decir, hay un estado de desconcierto y se nota”.

Hice silencio. Probé mi café. Se había enfriado. Pedí otro. Uno de los “muchachos” amplió el campo de observación. “¿Pero qué van a hacer después de Cambiemos. Adónde van a ir?”

“No sé, los dirigentes de uno y otro lado hablan a diario, pero esto se va a extender en el debate y en el funcionamiento de los organismos. Los que son tipos de partido, acatarán lo que se resuelva. Los otros se llevarán su radicalismo a su casa. Que se yo”.

“El partido está debilucho y algunos te vienen con propuestas que ya fueron. Los tiempos trajeron demasiadas cosas nuevas y vos escuchas a tipos que te proponen idearios y fórmulas que se los llevó el almanaque y la tecnología. Pero te quieren convencer que el futuro es el Torino o el Peugeot 403”.

“Creo que tomando los principios esenciales que nos dieron fundamentos. Hay que reabrir el debate, al mismo tiempo poner en marcha las internas que fueron el motor que aseguró la marcha hacia adelante y el relevo de unos por otros, pero todos manteniendo las ideas referenciales que nos dio origen en el marco de lo que llamamos, pluralismo.”

Mire en redondo, y como disculpándome les pregunté “Esta parte salíó muy académica? Perdón”.

Mi amigo, el de la primera pregunta, aprovechó el momento para retomar el centro del ring . “Bueno, ahora decime como te hiciste radical” y se repitiendo la mueca, presumió que sonreía.

“Como la mayoría. Mi hermano y yo lo heredamos».

Mi abuelo fue el primer presidente de comuna de Firmat, electo a través de la Ley Electoral llamada Sáenz Peña, Ya el bisabuelo había incursionado  en los fragotes de 1905 y fundamentalmente, mi viejo. Fue un dirigente importante en el departamento, aunque murió muy joven nos dejó todo su radicalismo.

Al radicalilsmo, generalmente, se llega por vía sucesoria. Te dejan un inmenso paquete de afectos, cuando lo abrís están Alem, Yrigoyen, Alvear, Sabattini, Larralde, Lebemshon. Después te toca a vos.  Le das a  las lecturas. Con la militancia conocés a los que llamás correligionarios. El comité te dá el resto. Un día conocés a Balbín, otro a Illia, más tarde a Alfonsín y te vas armando hasta completar el personaje que vas a ser para siempre,un radical.

Hoy siento que tengo varias capas generacionales de radicalismo. Soy todo lo que ellos fueron Ahí tal vez esté el secreto de la longevidad partidaria. Si guardás memoria histórica es casi imposible no sentir Nostalgia de todo lo que fue. Lo que sirve está adelante y todavía no llegó.

Me levanté y sin escalas me para el lado de puerta que reza caballeros. Estaba “moqueando” y no era cuestión de que se notara. A mis espaldas las voces de la mesa abrieron el gran debate del domingo: los promedios.