En la jornada de hoy, el fiscal Gonzalo Fernández Bussy sufrió el asedio de los defensores, que apelaron ante cada una de sus intervenciones. En varias oportunidades, el investigador quedó mal parado y tuvo que ser asistido por su colega, Luis Schiappa Pietra, que cuenta con mucha más experiencia en juicios orales.
Como ocurrió en gran parte de las audiencias, hoy los representantes de los acusados pegaron primero. Exigieron que Monchi Machuca declare antes de que Ariel Lotito, uno de los policías que participó del caso, declare ante los jueces. El cabecilla de Los Monos lo acusó de corrupto y lo señaló por proponerle arreglar con dinero las investigaciones en su contra.
En este contexto, el testigo se sentó a hablar ante los jueces; pero pareció no importarle. Contó cómo, mediante escuchas telefónicas, pudo conocer todos los movimientos de la banda y la señaló como autora intelectual del homicidio de Martín Fantasma Paz —un dato que para muchos pesquisas ya era obvio—.
Lo que sí sorprendió a muchos fue la teoría de Lotito de que Los Monos se enriquecieron con un plan de viviendas del Gobierno Provincial. El policía señaló que un grupo de familias cercanas a los Cantero ocupó diversas viviendas cercanas a los terrenos donde tiempo después sería construido el Casino City Center. El policía señaló que lo hicieron para quedarse con 44 casas que luego serían construidas para la gente que debía ser reubicada.
Los dichos del ex integrante de la División Judiciales son el primer indicio que surge durante las audiencias de que Los Monos trabajaban como una asociación para generar dineros ilícitos. Si la defensa no logra impugnar la declaración del policía, la fiscalía podrá contar con fuerte sustento para sus acusaciones.
