La escuela primaria Constancio Vigil sufrió cinco robos en dos semanas
La comunidad educativa realizó un abrazo solidario en el edificio ubicado en Ayacucho al 2700 tras una serie de robos que ponen en riesgo el comienzo del ciclo lectivo. Exigen mayor seguridad y vigilancia permanente.
A pocos días del inicio de clases, la escuela primaria Nº 1.235 Constancio Vigil, ubicada en Ayacucho al 2700, sufrió al menos cinco robos en solo dos semanas, lo que generó preocupación entre docentes, directivos y familias.
La comunidad educativa se congregó en la puerta del establecimiento este martes para exigir medidas de seguridad urgentes y evitar nuevos hechos delictivos que atenten contra el funcionamiento de la institución.
Los delincuentes se llevaron elementos esenciales para el funcionamiento del establecimiento como la bomba de agua, más de 150 metros de cableado eléctrico, ventiladores y hasta útiles escolares. La situación dejó a varios salones sin luz y al edificio sin agua, lo que ponía en duda el inicio del ciclo lectivo. "Es la misma gente que conoce el lugar y camina tranquila. No sabemos de dónde vienen", afirmó la directora de la escuela María José Cortés.
La Vigil, que recibe a más de 580 alumnos en doble turno y comprarte el espacio con otras instituciones en horario nocturno, está ubicada en una zona con poca iluminación y cuenta con un extenso predio con acceso vulnerable. La falta de alarmas en todo el perímetro facilita la tarea de los malvivientes, quienes aprovechan la oscuridad y la falta de vigilancia.
Ante la presión de la comunidad educativa, el Ministerio de Educación provincial tomó cartas en el asunto e inició trabajos de reparación. Se restituyeron cables robados, se adquirió una nueva bomba de agua y se avanzó en la reconexión del suministro eléctrico. Sin embargo, la preocupación persiste.
Desde el gremio docente Amsafé, la delegada Nanci Coceres remarcó que sin medidas de seguridad efectivas los arreglos no alcanzan: "No sirve de nada que reparen si vuelven a robar. Necesitamos serenos y una vigilancia permanente".
Los reclamos también apuntan a la presencia de fuerzas de seguridad en la zona, ya que solo a 200 metros de la escuela funciona una sede de las fuerzas federales, pero los patrullajes no han sido suficiente para evitar los robos.
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