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domingo 05 de mayo del 2024

La bulimia y la anorexia tienen un índice de mortalidad de entre el 5 y el 15%

Esta semana, Candelaria Tinelli, influencer e hija del conductor más famoso del país, confesó públicamente que padeció bulimia y anorexia durante doce años. Las repercusiones de su relato acapararon largas horas de pantalla y reavivaron la visibilización sobre ambas enfermedades, ligadas a los cánones estéticos socialmente impuestos. Mabel Beatriz Bello, fundadora y directora médica del Programa de Recuperación de Anorexia Nerviosa y Bulimia de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA), reveló que las patologías tienen aún entre un 5 y un 15 % de mortalidad.

En diálogo con los periodistas de El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Bello expresó:“Estamos hablando de las patologías alimentarias más frecuentes en la infancia, la primera juventud y en la adolescencia principalmente. Tanto la anorexia como la bulimia son claves a esta edad, tanto que tienen una mortalidad de un 5 o un 15 por ciento y además postergan la vida sana de chicos que tendrían que empezar a vivir sus sueños”.

La especialista puntualizó en la anorexia y explicó que se trata de pacientes que quieren ser lindas y dejan de comer en pos del ideal de delgadez,  pero que necesariamente padecieron “un desencuentro social que las hace concentrar su atención en el cuerpo y adelgazan”.

En ese sentido, continuó: “En la medida que lo hacen (adelgazan) se va convirtiendo en una conducta adictiva y terminan realmente siendo muy delgadas y viéndose gordas y deterioran su organismo por la desnutrición y cambian su psiquismo”.  A eso le siguen el aislamiento y el pensamiento único: “Sólo piensan en comida, cuerpo y balanza, no tienen otra realidad”.

En cuanto a la bulimia, Bello remarcó que el punto de inicio suele  ser una dieta que termina con “mucha hambre”, desencadenando los atracones, episodios caracterizados por comer mucha cantidad y variedad e alimentos en poco tiempo. Los pacientes “se comen todo lo que hay en la heladera “. En este caso, hay un componente “de mucha culpa”. Las y los bulímicos también tienen conductas que deterioran su organismo y ponen en peligro sus vidas.

Durante todo su relato, la médica empleó el género femenino puesto que, en su mayoría, son mujeres las que sufren ambas patologías a raíz de las exigencias culturales que rodean al paradigma de belleza. Sobre el final,  la titular de ALUBA puso el foco en la importancia de la familia como red de contención de las pacientes. “Cuanto más comprometida esta la familia en salir de la patología, más simple y dura menos tiempo la necesidad de tratamiento. Cuando la familia no se da cuenta, la situación avanza y hay extremos increíbles”, concluyó.