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viernes 26 de abril del 2024

Juliovich: «La radio estuvo siempre latente en mi corazón»

El humorista, voz histórica que pasó por los micrófonos de LT8 y Radio 2, explicó las sensaciones de formar parte del medio. El jueves se cumplirán 100 años de la primera transmisión radial.

El próximo jueves 27 de agosto se cumplirá el primer centenario de la primera transmisión de radio en homenaje a «Los Locos de la Azotea», integrado Enrique Telémaco Susini, Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza, donde transmitieron en directo la ópera Parsifal de Richard Wagner, un sueño que se cumplió y parecía imposible por la época que transcurría.

Rosario Nuestro dialogó con Juliovich, un hombre de radio con más de 35 años de trayectoria en el humor y los también en los mediosen general. Rápido y picante para responder, se hizo un lugar entre los grandes y su nombre es toda una institución en Rosario. Su particular estilo impactó tanto que movilizó hasta al mismísimo Negro Fontanarrosa, con el que encarnó una amistad que se tornó inseparable.

«El primer recuerdo que tengo de la radio fue cuanto enfrenté por primera vez el micrófono, yo estaba acostumbrado a escribir. Me descubrieron porque yo hacía unos libreto en Radio Rivadavia junto con Jorge Guinzburg», arrancó el ex periodista de Radio 2.

Con respecto a sus comienzos en la radiofonía, el humorista contó: «Debuté en LT8 en el programa que se llamaba Prohibido Detenerse junto a grandes figuras. Me pude adaptar a actuar naturalmente, a fijar bien la boca en dirección al micrófono».

Y agregó: «El humor siempre está presente en la radio, el desafío es descubrirlo. La idea es siempre jugar con las palabra y con eso descubrí que tenía muchos efectos en los oyentes que los recibía muy bien».

Por último, Juliovich explicó lo que significó la radio como medio de vida: «La radio para mí fue algo muy importante en mi vida. Yo hacía libretos, micros e imporvisaba y ocupa más tiempo que la que estás sentado en el aire porque necesitás de una preparación. La radio estuvo latente siempre en mi corazón».