En la década de los 90 Julio César Chávez realizo un viaje al viejo continente y pidió conocer al Papa Juan Pablo II, pero al parecer el Boxeador Mexicano se tomó un momento para inhalar cocaína en el baño de la recamara del Pontífice.
De acuerdo al relato del Libro “Julio César Chávez: La Verdadera Historia”, tras haber obtenido tres victorias en 1995, pero su vida no sería la misma luego de haber perdido su invicto a manos de Frankie Randall, Chávez en ese momento decidió ponerle un alto a su carrera y decidió viajar a Europa.
La ciudad de Roma lo enamoro y pidió al grupo que lo acompañaba conocer a Juan Pablo II, pero exigió conocerlo en persona y poder tener una charla. El Papa accedió a recibirlo y durante el momento en el cual se conocieron, el mexicano le pidió al Pontífice que le mostrara su recámara.
Julio Cesar Chaves se atrevió a pedirle permiso para usar el baño y entró, mirando al techo, de acuerdo a su hermano Rodolfo (Chávez): “Discúlpame, Diosito -se dijo entre dientes- perdóname”.
«Mi hermano sacó de su pantalón un papel que envolvía cocaína, la distribuyó sobre el mármol del lavado para después inhalarlo, dejando completamente limpia el área del lavamanos”.
Julio jaló la palanca del excusado para que pensarán que entró al baño por otra cosa. Volvió con Juan Pablo II y pasaron a otro recinto del Vaticano», así finalizo el relato su hermano .
