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lunes 29 de abril del 2024

Inteligencia artificial y educación: “Necesitamos una escuela que enseñe a analizarla, comprenderla y evaluarla”

Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación y autora del libro “Inteligencia artificial. ¿Necesitamos una nueva educación?”, analiza el nuevo paradigma en la formación de los alumnos.

Una problemática vigente que se ha instalado en las escuelas en el último tiempo tiene que ver con los avances tecnológicos, y la aparición del ChatGPT, tecnología que en base a inteligencia artificial (IA) , genera contenidos a partir de distintas directrices que cada uno le puede ir entregando con simples preguntas y respuestas.

De este modo, el avance de la IA constituye un desafío no sólo para la escuela como institución educadora, sino también para los Estados (nacional, provincial, municipal), en la formación de los docentes.

“Efectivamente es un tema muy actual, que preocupa directamente al mundo de la educación y a las familias porque efectivamente la inteligencia artificial entró en las aulas, quiera o no, la escuela. ¿Qué es lo que está pasando? Cuando un docente da como consigna de tarea escolar hacer un resumen a partir de un texto, lo que está sucediendo es que muchos alumnos recurren al ChatGPT, que es un sistema de inteligencia artificial, para que le provea ese resumen”, expresó, al aire del programa El Puente, que se emite por Radio Mitre Rosario, Roxana Morduchowicz, doctora en Comunicación y autora del libro “Inteligencia artificial. ¿Necesitamos una nueva educación?”.

De este modo, la especialista consideró que ahora el docente, “que quería evaluar cómo redactan sus alumnos, ahora no puede porque ya no va a estar segura o seguro de si ese texto fue redactado realmente por alumnos o por un sistema de inteligencia artificial. Del mismo modo, si hace una pregunta puntual por una fecha, la fecha de una batalla o la fecha de nacimiento de un héroe nacional, le va a pasar exactamente lo mismo porque estas son preguntas puntuales que cualquier sistema de inteligencia artificial puede responder”.

En esa línea asegura que no es un problema de la inteligencia artificial sino un problema de las consignas que sigue dando la escuela, las tareas. “Hay que actualizar las tareas y las consignas a la tecnología actual a los avances. Ya no puede hacer preguntas tan puntuales o tan lineales ni pedir que comenten porque nunca va a estar seguro o segura de quién lo ha hecho”, explicó.

Asimismo, consideró que “la escuela ahora tiene que cambiar y cambiaron los desafíos y los objetivos”. Y seguido, recordó: “La escuela nació con Gutenberg. Cuando se inventó la imprenta se necesitó una institución que enseñara a leer y lo que la imprenta difundía. Entonces durante siglos el objetivo de la escuela era difundir información, distribuir información. Hoy en el siglo XXI el objetivo ya no puede ser el mismo porque la información está a un clic de distancia”.

Ahora, “lo que necesitamos es una escuela no ya que provea información porque no puede competir con la inteligencia artificial o con Google sino una escuela que enseñe a analizarla, a comprenderla, a evaluarla, que enseñe a seleccionar y a diferenciar aquellos contenidos o informaciones que son falsas de aquellas que son confiables. Entonces estos son los nuevos objetivos que ya no tienen que ver con el motivo por el cual se creó una escuela que era distribuir información”, puntualizó Morduchowicz.

Sin embargo, no sólo la IA es motivo de debate en el ámbito educativo, sino que se suma a la disyuntiva celular si o celular no en las aulas. Al respecto, analizó: “Estoy en contra de toda prohibición. Yo antes que prohibir prefiero enseñar a pensar. Si uno enseña a pensar la inteligencia artificial, si uno enseña a pensar las tecnologías a Internet, no tiene por qué prohibir nada, porque lo que estoy formando son alumnos críticos reflexivos que saben cómo utilizar la herramienta”.

“A mí me gusta compararlo con un martillo -prosiguió-. Un martillo es una herramienta excelente para construir un mueble o una casa. Pero si yo lo uso para golpear a alguien, puede obviamente generar heridas o incluso provocarle la muerte. Entonces lo que hay que saber es que las tecnologías son excelentes herramientas con un enorme potencial, igual que la inteligencia artificial, pero claro, si lo que le vamos a pedir a los alumnos es que busquen información, evidentemente eso, o hagan un resumen, eso lo provee la inteligencia artificial. Lo que tenemos que hacer es darle un valor agregado, es decir, aquello que la inteligencia artificial no puede dar, que es el pensamiento crítico”.

Así, surge la necesidad de cambiar un paradigma histórico. “Sí, en primer lugar hay un desafío para el Estado, que es el primer responsable de formar a los docentes para que puedan hacer este uso de las tecnologías de Internet. Entonces el Estado, sea nacional, provincial o municipal, tiene que decidir que estos temas formen parte de la agenda pública, lo que se llama la ciudadanía digital, es la capacidad para identificar, comprender y responder a los grandes dilemas que genera hoy el uso de internet. Y en esto hay que capacitar a los doctores. Hoy en día se dice que no se puede ejercer una ciudadanía plena sino una ciudadanía digital”.

Vale señalar que no se trata de una problemática puntual de nuestro país, sino que se trata de un fenómeno mundial: “Todo el mundo está pasando lo mismo, porque del ChatGPT, empezamos a hablar este año de la inteligencia artificial, el año pasado o el anterior. Y la educación siempre va más lento que los cambios tecnológicos, que son demasiado dinámicos para todos. Entonces, en todo el mundo, lo que se está tratando es de incorporar bajo el paraguas de la ciudadanía digital, donde hay otras problemáticas como las noticias falsas, el discurso del odio, el uso de los datos personales y la huella digital. Entonces, todas estas problemáticas bajo el nombre de ciudadanía digital tienen que empezar a formar parte de la agenda pública del Estado y de las escuelas en la capacitación de los docentes”, concluyó Roxana Murghechovy, doctora en comunicación.