El 1º de noviembre de 2009, Fernando Cáceres (50) sufrió un hecho de inseguridad que dio un giro en su vida y conmocionó a todos. En Ciudadela, el ex defensor circulaba con su auto cuando otro vehículo con cuatro delincuentes lo interceptó. Hubo disparos: una bala le ingresó por su ojo derecho y se le incrustó en la cabeza. Estuvo grave pero se salvó. Quedó en silla de ruedas y debió someterse a una larga recuperación. El tiempo le permitió volver a estar ligado al fútbol y creó su propio club: Fernando Cáceres Fútbol Club (FCFC), cuyo objetivo es sacar a los chicos de la calle desde un predio en Ciudad Evita, partido de La Matanza.
«Creo que hay gente que nació para hacer maldades, y a los chicos pobres les tocó un día malo quizás, un momento malo en el que me crucé yo en la calle y no tuvieron otra que agarrarme a mí, y cobré yo», consideró el Negro, sobre el ataque sufrido.
El ex Boca, River e Independiente contó en diálogo con Fox Sports que «tuve intención de ir a ver a la cárcel» a su atacante, «pero no me dejaron». Y agregó: «Quería preguntarle por qué, si había alguna razón, pero el juzgado no me dejó ir a verlo».
Sobre si lo perdonaría, Cáceres reflexionó: «No estoy para juzgar a nadie. No sé qué le diría. ¿Qué hago si viene y me dice me quiero probar en tu equipo? Lo tengo que dejar. Por más que la gente me diga que estoy loco, no puedo echarle la culpa a un chico que no sabe lo que hace. Creo que quizás hasta el día de hoy no deben saber lo que hicieron».