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lunes 29 de abril del 2024

El peso propio

Pablo Javkin se encuentra en medio de un dilema. Tras la mala elección en las PASO tiene que reconvertirse para poder volver a conseguir el caudal de votos que supo conquistar. Artimañas e ideas de cara a octubre.

El secretario general de la Municipalidad se enfrenta a los fantasmas que alguna vez supo combatir. En 2015 fue a la interna contra Mónica Fein y estuvo a pocos votos de vencerla. Por aquel entonces, su discurso era que el Frente Progresista estaba agotado y necesitaba una renovación. Como candidato opositor dentro de la misma fuerza le fue bien y peleó hasta el final para ser intendente de Rosario.

Ahora bien, saltar el charco y pasar a ser el candidato oficialista del mismo frente lo pone en una situación difícil. Aquel discurso que lo llevó al candelero hoy lo anula. La mínima expresión conseguida en agosto hace pensar lo que se preveía: el Frente Progresista le resta a Javkin y viceversa.

Pensando en las generales, la idea de la campaña es borrar el sello histórico y “vender” a Pablo Javkin como candidato. Según las fuentes internas, eso va a potenciar a su figura y le va a dar una lavada de cara necesaria para competir contra Roy López Molina y Roberto Sukerman. “Es un candidato bárbaro, pero tenemos que cambiar la estrategia”, insisten desde el Palacio de los Leones. Y potenciar ese “peso propio” es el desafío.

Inclusive, más allá de lo que sucedió en las PASO, Mónica Fein va a tomar un papel más protagónico del que tuvo. La lectura de que había un cansancio sobre la gestión, cambió en el último tiempo. La apuesta es salir de la grieta en la que según los socialistas cayeron mostrando “las 150 obras que hay en marcha en Rosario” mientras Cambiemos se pelea con Unidad Ciudadana.

Whisky

La foto mostrando la unidad dentro del Frente Justicialista sacudió la discusión dentro del mundillo de la política. Todos los sectores se congregaron en el Monumento Nacional a la Bandera para posar ante los fotógrafos haciendo la V de la Victoria.

Agustín Rossi y Alejandra Rodenas rodearon a Roberto Sukerman en una muestra de apoyo a la lista que eligió la población en las Primarias para disputar en octubre las bancas en el Concejo Municipal y de la Cámara de Diputados de la Nación. También se destacaron las presencias de Héctor Cavallero y de Luis Rubeo –aunque su frente jugó por afuera- en la llamativa imagen.

Sin embargo, más allá de la foto, las diferencias entre las líneas de Nuevo Espacio Santafesino y Unidad Ciudadana son insalvables. No tanto por sus dirigentes, si no por sus votantes. Hubo bronca y frustración de un gran sector que eligió a Rodenas por la foto. Vieron en su figura la renovación del peronismo santafesino, para dejar atrás al viejo kirchnerismo que fue el “capitán de la derrota”, y que su nueva candidata pose junto al ex ministro de Defensa fue tomado como una traición.

Las explicaciones de la ex jueza no tardaron en llegar, y justificó su accionar con que “en el congreso del peronismo se decidió jugar por dentro del frente y acompañar a quien gane las Primarias de cara a octubre”. Y la lógica es totalmente entendible. Para llegar a la Cámara de Diputados, Rodenas debe buscar que el Frente Justicialista mantenga los votos de agosto. A veces las diferencias deben quedar de lado en este juego de la democracia.

La foto, más allá de las consideraciones periodísticas, generó envidia entre las otras fuerzas políticas. “¿Por qué nosotros no podemos lograr una foto así?”, me dijo un radical. También los socialistas, con viejas divisiones internas, se preguntaron lo mismo.

Hacía muchos años que el peronismo no tenía foto de unidad. Lo cierto es que no pasó desapercibida. Y entre viejos conocidos y nuevos desconocidos coparon las escalinatas a la vera de las estatuas de Lola Mora. Digan ¡whisky!